sábado, 9 de diciembre de 2023

LEER NOS VENDRÁ BIEN

 

Ayer escribimos sobre el Informe Pisa cuyos resultados no son nada buenos para nuestro país y para Canarias en particular. Hoy nos inspira otro estudio internacional, ‘Reading Literacy Study’, elaborado cada cinco años por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo, firma que se define como independiente y sin ánimo de lucro.

En su última entrega, publicada hace unos meses, España aparece en el puesto 21, junto a Nueva Zelanda, entre cincuenta y siete países participantes. El estudio concluye que los alumnos españoles de cuarto curso de Primaria (nueve años) han empeorado su comprensión lectora en seis puntos respecto a 2016.

También registra el poco favorable dato de la progresiva desaparición de las bibliotecas escolares. La pandemia, dice el estudio, sigue siendo la causa de estos males. Es recurrente seguir echando la culpa a la multiplicación de la COVID-19. Pero muchos analistas coinciden en que el estrés y los impactos de estímulos audiovisuales cortos y con una muy escasa fecha de caducidad, en los que se ha sumergido a las personas en plena primera fase de escolarización, son también causas determinantes y reflejo del propio sinvivir adulto.

El caso es que la gente no lee, según parece desprenderse de los contenidos del estudio. Ese es el origen de estas penurias. La comprensión lectora es primordial.  Seguro –y no es una evocación a cualquier tiempo pasado que era mejor- que muchos docentes y alumnos recordarán, cuando se evaluaba la materia, aquel PA (progresa adecuadamente) o aquel NM (necesita mejorar), que servían para medir -siquiera de forma elemental- la evolución de la percepción y del conocimiento de las cosas.

Si no leemos, no aprendemos. Esta es una deducción sencilla pero hay que insistir, a la vista de los estudios específicos que sirven para contrastar los avances y los estancamientos en la fase de aprendizaje. Va a servir de poco chatear con inteligencias artificiales si no se entiende lo que nos dicen. Tienen el ejemplo en que cada vez se repite más esa situación en la que envías un correo electrónico y la respuesta se circunscribe a preguntar lo mismo que uno ya apuntaba en la primera comunicación.

Si los adultos operamos así, los menudos, o la grey infantil, no tienen por qué estar mejor.

Así que leer nos vendrá muy pero que muy bien.

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