jueves, 11 de abril de 2024

AQUEL PUERTO CRUZ LLAMADO EL PEQUEÑO REAL MADRID

 

En febrero de 1982, el portuense Vicente Yanes Rodríguez, que había emigrado a varios países, escribió unos versos populares en los que glosaba la brillante trayectoria deportiva del Club Deportivo Puerto Cruz, especialmente la del equipo protagonista del ascenso a la que entonces era la máxima categoría del fútbol regional. Yanes empleó la estrofa de la décima, tan común en los verseadores que las improvisaban en reuniones amistosas echando “una perra de vino” como se decía entonces. El equipo portuense deslumbraba, tal fue así que era conocido o llamado como “el pequeño Real Madrid”, título de aquellos versos de Yanes que hoy rescatamos. Decían así:

“Me embargó gran emoción,

muy difícil de expresar,

al ponerme a contemplar

a nuestro estadio ‘El Peñón’.

Me palpitó el corazón,

violento, dentro de mi,

pues gran nostalgia sentí,

recordando, emocionado,

aquel Puerto Cruz llamado

el pequeño Real Madrid.

“Fue un gran equipo que añora

la portuense afición,

viendo fuera o en El  Peñón

este Puerto Cruz de ahora,

porque en el presente aflora

el recuerdo al añorado

que en oro dejó grabado,

de forma clara y notoria.

su futbolística historia

nuestro equipo recordado.

“Con su juego “ratonero”,

a todos pudo asombrar

y en él llegó a destacar

Tito, el célebre portero,

auténtico cancerbero.

Actuando nos ofrecía

su agilidad y valentía,

rapidez y decisión

que al equipo de El Peñón

daba fuerza y garantía.

“Con su lateral derecho,

Alberto Hernández Illada,

que siempre nos demostraba

ser hombre de pelo en pecho.

Es un comprobado hecho

de que éste poseía

una especial puntería

en las faltas a distancia

y que, con suma prestancia, su parcela defendía.

Galindo fue un gran central,

un defensa extraordinario

incansable y temerario,

muy difícil de emular.

Para poder rebasar

a un zaguero como él

solo lo lograba aquel

que le encontró en baja forma.

Galindo era la horma

del adversario plaantel.

“Defensa izquierdo no había

más templado y más brillante

como el pequeño gigante

llamado Elfidio García.

En el campo se crecía

y con pequeña estatura,

por raso o por altura,

con tremendo corazón

nunca perdía un balón

arropado en su bravura.

“La media, un sólido muro,

era por su contención

y en perfecta conjunción,

formaron Berto y Arturo,

los dos era muy seguros.

Berto, muy batallador;

Arturo, el ordenador

que todo hacía posible:

su pierna izquierda, infalible,

brillaba con esplendor.

“Pocos extremos habrá,

nacidos o por nacer,

que llegaran a tener

la calidad de Germán.

Esto lo confirmarán

miles, por estar de acuerdo.

E igualmente, yo recuerdo

el coraje de Vicente,

muy veloz, duro y valiente,

todo un gran extremo izquierdo.

“En aquella delantera

brilló con  muy propia luz

Soriano, en el Puerto Cruz,

por su gran fama artillera.

Famosa figura era

el otro interior que cito,

Del Pino, llamado Tito,

un jugador colosal,

inteligente y genial

jugando fino y bonito.

“Muy discutido tal vez

fuera el centro delantero,

incansable y artillero,

siempre titular, Pagés.

Jugaba entre el ocho y diez

con el nueve en su dorsal,

Su constante batallar

fue por muchos aplaudido

pues el público entendido

no solo va a murmurar.

“Un antiguo jugador

la época de oro

que brilló con gran decoro

fue del club su entrenador.

Un hombre que con amor

dirigía con firmeza

enseñando sin pereza

los secretos del balón.

¡Bien recuerda la afición

al famoso Ramón Mesa!

“Sería grato sin dudar

que actualmente la aficion

viera aquí, en nuestro Peñón,

a un equipo similar.

La emoción hace temblar

la pluma con que escribí

digna historia referí

del gran conjunto añorado

que, con razón, fue llamado

¡el pequeño Real Madrid!”.

En negrita, los componentes de aquel conjunto inolvidable, siempre vestido de blanco. Aún viven algunos de ellos. Claro que siguen generando respeto y admiración.

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