El último episodio: la Liga de Fútbol Profesional denunciará hoy
ante el Fiscal Delegado de delitos de odio de Madrid los cánticos racistas
dirigidos al jugador del Athletic Club de Bilbao, Nico Williams, en el curso
del encuentro que su equipo disputó en el Civitas Metropolitano el pasado
sábado. Williams declaró que escuchó sonidos de mono procedentes de la grada
cuando fue a lanzar un córner al borde del minuto 40. La policía ya ha
identificado al responsable de este incidente
No es la primera vez que ocurre en un campo de fútbol. Escribe
Alberto Lemus en ‘El Día’ que ”el relato antimigratorio ha clavado sus garras
en lo más profundo de la sociedad española, y asienta todo su poderío sobre
términos como “invasión”, “avalancha”, “oleada” y la desinformación de quienes
llegan a hablar de marcar a seres humanos como si fueran ganado para
diferenciar entre los que sí valen y los que no”. Agrega Lemus que “duelen la
displicencia y el desdén con que hablan aquellos que parece que abren la puerta
a la peste cuando se trata de solidaridad con esas personas que han llegado a
Canarias en tan difíciles condiciones”. ¿Cuota de reparto? ¿Pero qué es eso?
¿Por qué no hablamos simplemente de solidaridad, de ayuda? “Es que ya acogemos
a 900 criaturas”, dice el otro, como el que está detrayendo dinero de la
sanidad pública o de asfaltar las calles para socorrer a una persona que está
sufriendo los efectos de una catástrofe humanitaria.
Está bien la intolerancia ante el racismo. No hay que disculpar
cualquiera de esas conductas discriminatorias que someten al diferente, que
tantas veces se manifiesta a veces contra menores que no han conocido otra cosa
más allá de la miseria y el hambre desde que nacieron. Es tiempo de
asertividad, de una comunicación responsable que haga énfasis en los derechos
que tienen como seres humanos. Alimentar la discriminación no hará más que
distraer la respuesta adecuada a las causas y soluciones de esas desigualdades
sociales.
Lenguajes y actitudes tan irrespetuosas desde los medios de
comunicación y las redes sociales, y en última instancia de quienes tienen la
responsabilidad de dirigir los destinos de una sociedad como sus máximos
responsables políticos, cronifican un daño sumamente injusto, estigmatiza y
hiere. Muchas personas migrantes que, después de un tiempo en Canarias, logran
dirigirse al lugar donde querían llegar, se despiden con cartas llenas de amor
y cariño a quienes les han cuidado. ¿Dónde están esos mensajes? ¿Por qué la
sociedad no tiene la oportunidad de leerlos? ¿Cómo es posible que se dedique
más tiempo al ignorante que grita que tiene miedo y que van a quitarle el
trabajo, frente a esas caras con la pena inyectada en los ojos?
Lemus expresa que habría que destacar, por méritos propios, la
generosidad de empresas isleñas que suministran lo más básico, o de aquellos
que tienen que hacer de intérpretes, integradores, que les asesoran y les
informan de sus derechos… “No se habla de esa cadena real de responsabilidad y
solidaridad -prosigue. ¿Se han planteado ustedes lo que es buscar setecientos
tubos de pasta de dientes, papel higiénico o ropa interior? Todavía alguien
piensa que esas personas tienen cuatro cosas en una bolsa de plástico, e ignora
que se les proporciona una mochila y enseres para que viajen. Estos ejemplos
son un logro de solidaridad y de responsabilidad, que hablan maravillosamente
de una destacada parte de la sociedad y pasa desapercibido entre alarmas,
apestosas soflamas políticas y desinformación que generan nuevo y más reforzado
racismo”.
La conclusión es que hay que erradicar el racismo. Y que la
Unión Europea (UE) debe activar un flujo migratorio seguro, ordenado y
beneficioso en todas las latitudes desde una perspectiva fundamentada en la
responsabilidad compartida.
1 comentario:
Esta cuadrilla de ignorantes, a lo mejor son descendientes de aquellos emigrantes canarios que sufrieron las calamidades de la Venezuela de los años 40. 50. 60. tenemos cientos de relatos que valiera la pena conocieran estos que hoy desprecian a los pobres emigrantes.
No vale profundizar mas en el tema. La autoridades son las que tendrían que leer un poco para que supieran lo que es un emigrante en un barco de vela..
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