La
importancia de comunicar bien, comunicar
con eficacia. Parece ocioso insistir en ello pero hay que hacerlo, como
enfatiza Lucía Ebratt en su blog, que publica en el diario El Universal, de
Cartagena de Indias, en Colombia, a partir de este razonamiento: ya sea en un
correo electrónico o en una presentación ante una ejecutiva u órgano de
dirección, la claridad de la comunicación es más que una habilidad deseable, es
una necesidad absoluta. Y es que en el
acelerado mundo de nuestros días, el vértigo puede generar errores, de mayor o menor
consideración, pero puede convertirse en una receta para el desastre. Ebratt es
terminante al respecto: la diferencia entre el éxito y el fracaso a menudo
reside en cómo comunicamos nuestras ideas y nuestras decisiones. Así se llega a
un punto crucial: hay que esmerarse en el perfeccionamiento de la habilidad
para comunicarse eficazmente con tal de evitar male tendidos que pueden ser
costosos.
La
autora del trabajo se permite recomendar algunas pautas a tener en cuenta para
mejorar la comunicación que se dese entablar. Veamos:
Antes de hablar, organiza tus
ideas: Antes
de hablar o escribir, toma un momento para aclarar tus pensamientos. ¿Cuál es
tu objetivo principal? ¿Qué necesitas que entienda tu audiencia? Esta
preparación previa es fundamental para el éxito de tu comunicación.
Adapta tu mensaje: La efectividad de tu
comunicación depende en gran medida de cómo es recibida. Reflexiona sobre quién
es tu audiencia: ¿Qué conocimientos previos tienen sobre el tema? ¿Qué tono es
el más adecuado para dirigirte a ellos? Adaptar tu mensaje al contexto y al
receptor puede prevenir muchos problemas.
Claridad ante todo: Resiste la tentación de
impresionar con jerga técnica o términos complicados. La sencillez es tu aliada
más fuerte. Un mensaje claro y directo tiene más probabilidades de ser
comprendido y recordado.
La práctica hace al maestro: La comunicación efectiva, como cualquier’ habilidad, se afina con
práctica y retroalimentación dirigida. A través de un proceso de ‘coaching’ (una técnica de acompañamiento y orientación profesional
personalizada. El trabajo de un coach consiste en ayudar a las personas a tomar
decisiones informadas sobre su desarrollo de carrera. Esto implica un proceso
reflexivo de aprendizaje orientado a la acción). En ese proceso ejecutivo,
adquieres estrategias personalizadas y un apoyo continuo que transformará tu
manera de comunicarte en el ámbito profesional. Con cada sesión, te equipararé
para que te conviertas en un comunicador más efectivo, preparado para liderar
con claridad y convicción.
Se pregunta Ebratt en su texto
si alguna vez has notado cómo un pequeño error de comunicación ha resultado en
un gran problema. Seguramente, sí. Conviene repasarlo Con tal de no repetirlo,
ya avanzamos en la mejora.
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