lunes, 22 de abril de 2024

Está diciéndolo correctamente

 

La importancia de comunicar bien, comunicar  con eficacia. Parece ocioso insistir en ello pero hay que hacerlo, como enfatiza Lucía Ebratt en su blog, que publica en el diario El Universal, de Cartagena de Indias, en Colombia, a partir de este razonamiento: ya sea en un correo electrónico o en una presentación ante una ejecutiva u órgano de dirección, la claridad de la comunicación es más que una habilidad deseable, es una necesidad absoluta.  Y es que en el acelerado mundo de nuestros días, el vértigo puede generar errores, de mayor o menor consideración, pero puede convertirse en una receta para el desastre. Ebratt es terminante al respecto: la diferencia entre el éxito y el fracaso a menudo reside en cómo comunicamos nuestras ideas y nuestras decisiones. Así se llega a un punto crucial: hay que esmerarse en el perfeccionamiento de la habilidad para comunicarse eficazmente con tal de evitar male tendidos que pueden ser costosos.

La autora del trabajo se permite recomendar algunas pautas a tener en cuenta para mejorar la comunicación que se dese entablar. Veamos:

 


Antes de hablar, organiza tus ideas: Antes de hablar o escribir, toma un momento para aclarar tus pensamientos. ¿Cuál es tu objetivo principal? ¿Qué necesitas que entienda tu audiencia? Esta preparación previa es fundamental para el éxito de tu comunicación.

Adapta tu mensaje: La efectividad de tu comunicación depende en gran medida de cómo es recibida. Reflexiona sobre quién es tu audiencia: ¿Qué conocimientos previos tienen sobre el tema? ¿Qué tono es el más adecuado para dirigirte a ellos? Adaptar tu mensaje al contexto y al receptor puede prevenir muchos problemas.

Claridad ante todo: Resiste la tentación de impresionar con jerga técnica o términos complicados. La sencillez es tu aliada más fuerte. Un mensaje claro y directo tiene más probabilidades de ser comprendido y recordado.

La práctica hace al maestro: La comunicación efectiva, como cualquier’ habilidad, se afina con práctica y retroalimentación dirigida. A través de un proceso de ‘coaching’ (una técnica de acompañamiento y orientación profesional personalizada. El trabajo de un coach consiste en ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su desarrollo de carrera. Esto implica un proceso reflexivo de aprendizaje orientado a la acción). En ese proceso ejecutivo, adquieres estrategias personalizadas y un apoyo continuo que transformará tu manera de comunicarte en el ámbito profesional. Con cada sesión, te equipararé para que te conviertas en un comunicador más efectivo, preparado para liderar con claridad y convicción.

Se pregunta Ebratt en su texto si alguna vez has notado cómo un pequeño error de comunicación ha resultado en un gran problema. Seguramente, sí. Conviene repasarlo Con tal de no repetirlo, ya avanzamos en la mejora.

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