Falleció
Ángel Rodríguez Quiroga, periodista de RadioTelevisión Española, en cuyo centro
de producción en Canarias trabajó durante muchos años, y miembro de número de
la Asociación de Periodistas de Tenerife (APT).
Era
hermano de Cirilo, quien ejerció como corresponsal de la radiotelevisión
pública en Nueva York y Washington, en los tiempos que le descubrimos, junto a
Jesús Hermida, cuando ni las diferencias horarias podían en aquellas madrugadas
de insomnio o en las franjas horarias más inadecuadas, si es que válido este
adjetivo plural, tratándose del medio radiofónico que acaparaba casi en
solitario la información de la época.
Ángel,
85 años, era de los que disfrutaba con su trabajo. Su expresión pausada
fortalecía su estilo periodístico, su manera de contar las cosas, su forma de
preguntar y relatar. Le echó arrojo y rigurosidad, le gustaban los buenos
acabados, aquellos en los que el espectador podía discernir una moraleja sin
mucho esfuerzo,
Lo
acreditó mientras ejercía la jefatura de informativos de Televisión Española en
Canarias, cuando ésta se predisponía a afrontar una etapa en la que habría de
competir con la cadena autonómica y
otras de ámbito local. Quiroga hizo frente a las condicionantes técnicas y
otras limitaciones. Y, por supuesto, a los eternos desequilibrios con Las
Palmas.
Al
frente de coberturas memorables –la inauguración de las instalaciones del
Astrofísico (IAC), la Muestra Internacional de la Canción del Atlántico, el
alumbramiento de la Comunidad Autónoma de Canarias… por citar unas pocas-,
también tuvo mucho que ver con la proyección del Festival Internacional de Cine
Ecológico y la Naturaleza, derivada de su amistad con los mentores y dirigentes
de aquella convocatoria, Alfonso Eduardo Pérez-Orozco y Antonio Santana
Sánchez.
Pero
una de sus mejores prestaciones –si no, la mejor- fue la etapa de Directo Noche, un magacín de
entretenimiento cuya dirección le encomendaron y del que se recuerdan
excelentes entrevistas, género en el que se especializó con solvencia.
Se
marchó en silencio, sin alharacas. Y ahora que ya no está entre nosotros,
glosamos algunos rasgos de su trayectoria y ponderamos su destacado quehacer
profesional.
Descanse
en paz.
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