viernes, 19 de abril de 2024

¿En qué parará todo esto?

 

José Luis Zoreda,  vicepresidente ejecutivo de Exceltur, una asociación sin ánimo de lucro, integrada por treinta de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística y de los subsectores del transporte aéreo, ferroviario, marítimo y terrestre, alojamiento, agencias de viajes y turoperadores, medios de pago, alquiler de coches, hospitales turísticos, centrales de reservas,  ha alertado del crecimiento “desbocado” de las viviendas turísticas o vacacionales en España, con sesenta mil plazas más en las veinticinco principales ciudades en el primer trimestre, un 25,1 % por encima del año anterior y sumando un total de 286.858, superior al nivel prepandemia.

 Así lo manifestó durante la presentación del informe trimestral de dicha organización, en el que ha denunciado que el aumento de la oferta de viviendas de uso turístico (VUT) es el principal causante del rechazo ciudadano al turismo, por su impacto sobre el acceso a la vivienda, las molestias vecinales, la masificación y banalización de los barrios más emblemáticos.

Además, esa cifra del primer trimestre, junto al aumento del 20,7 % de los tres primeros meses de 2023, hace que, en apenas dos años, el número de plazas se haya incrementado en casi cien mil, superando los máximos de los primeros meses de 2020. Durante su intervención, Zoreda también ha aplaudido la decisión del Gobierno de querer limitar los alojamientos turísticos en zonas tensionadas: “Lo veníamos reclamando desde hace siete años de manera intensa, mientras que hasta ahora se había pasado por alto, pero ya se ha convertido en un problema político”.

En este sentido, según informó la agencia Europa Press, Zoreda confía en que esta iniciativa termine en “el deseable acuerdo y coordinación generalizada” entre Gobierno y las comunidades autónomas con “una visión y convicción común” de erradicar “este problema nacional”. En síntesis, ha señalado que esta decisión debe facilitar un nuevo paraguas legislativo de carácter estatal que, ante los vacíos legales existentes, permita regular y empoderar mejor a las comunidades autónomas con unas normativas y procedimientos para abordar “el descontrol de estos pisos turísticos”, e implantar las medidas “correctivas y punitivas más exigentes” que “se hacen cada día más imprescindibles”.

En Canarias, lo que parece de difícil digestión es que ahora mismo, a la espera de que alguien asuma con claridad la iniciativa reglamentaria para regular esta modalidad de unidad de explotación, no haya registro de viviendas vacacionales en una ciudad como el Puerto de la Cruz, a la que en 2023 llegaron 933.965 viajeros y registró una ocupación media de visitantes del 73,1 %.

En referencia a los datos de AirDNA, una herramienta de análisis enfocada en los anfitriones de alquileres vacacionales, que actualmen te rastre el rendimiento diario de más de diez millones de propiedades en unos ciento veinte mil mercados globales Exceltur señala que la concentración del crecimiento de la oferta de este tipo de viviendas se sitúa en un conjunto de ciudades que no han regulado el fenómeno y/o no disponen de los instrumentos de inspección y control “suficiente” para hacerlo frente. Tan solo en las ciudades donde hay una mayor sensibilidad ciudadana y, sobre todo, un mayor esfuerzo municipal y prioridad política para su ordenación y control, el crecimiento de las viviendas de uso turístico o vacacionales se sitúa en una tendencia razonable, según el informe.

El caso es que el Gobierno quiere limitar el mercado en zonas tensionadas, con una finalidad: garantizar el acceso a la vivienda. Pero cada vez es más difícil. Y ahora leemos que empresarios del sector estudian si participar activamente en la idea construir casas destinadas a la población laboral para facilitar su acceso. ¿En qué parará todo esto?

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