Se nota, se
siente, elecciones en el frente…
La proximidad de nuevos comicios es algo más que una
explicación recurrente para justificar algunos comportamientos o algunas
situaciones que transitan desde los nervios de los protagonistas a las
tensiones y las fracturas que se registran en el universo político más
inmediato. Solo no dejar un hueco al adversario, quebrar las formas de la
cortesía elemental o, simplemente, ausentarse de una convocatoria, revelan la
tirantez y las maniobras electoreras con tal de obtener supuestos réditos y/o
causar perjuicios a quienes se mueven en las mismas coordenadas.
Acaba de ocurrir con los alcaldes del norte de Tenerife del
Partido Popular y del PSOE que se han negado a participar en una convocatoria del Consejo
Insular de Administración Territorial (CIAT), tutelado por el Cabildo Insular
de Tenerife, donde, supuestamente, se iba a tratar del estado de las carreteras
y de las dotaciones sanitarias en esa franja de la isla, en muchos de cuyos
habitantes anida -porque algunos responsables lo han querido y no han sabido
atajar- un sentimiento (que tiene algo de complejo) de victimismo o de
perjuicio perpetuo por un desequilibrio inversor o por un tratamiento sociopolítico
poco favorable y algo sesgado.
El clima de opinión -se nota, se siente…- empieza a ser poco
propicio para la formación política que desde 1987 acapara la gobernación
insular, con mayoría o con alianzas políticas a derecha e izquierda, y por eso
se han desatado las prisas para invertir la tendencia, si es necesario hasta
socializando las pérdidas. Debieron interpretarlo así los munícipes que dicen
no querer ser copartícipes de “shows” mediáticos, según su propia definición,
ni alimentar falsas expectativas. Reclaman planes, proyectos, medidas y
soluciones después de tantos años de padecimiento de un problema insufrible. Pero
no están o no aparecen. La situación se ha vuelto insostenible.
Pensar que el asunto de las carreteras costó, entre otros
motivos e intereses, una alianza política sobre la que las mismas partes decían
que era la mejor para Canarias, y comprobar que la ruptura de entonces no ha
conllevado las soluciones que se demandaban, ya tiene perspectiva como para ir
calibrando las dimensiones del error. Ahora se agota el tiempo, los problemas
de los atascos y de las prestaciones sanitarias siguen en iguales o parecidos
niveles y el descontento de la población se agrava.
Mientras tanto, las relaciones entre representantes
institucionales se complican. Recelan unos de otros. Y se refleja, con
declaraciones de distinto tenor, en los medios de comunicación. ¿Qué dirán los
sufridores y los pacientes, en fin, los administrados en general? Ven que los
problemas se alargan y las alternativas no llegan. Por las razones que sea,
incluida también, dirán, las discrepancias entre los políticos que ya no dicen nada ni a los periodistas que se esfuerzan por el titular más llamativo. ¿Dónde habrá
ido a parar la cooperación interadministrativa?
Se nota, se siente, elecciones en el frente… Temporada de
reproches. No es que sean nuevos ni causen sorpresa. Pero tantas diatribas, con
puntos de vista respetables, aumentan el desasosiego ciudadano. Malo que problemas de envergadura, infraestructurales o enquistados en el tejido de la gestión política se vean acentuados con falta de entendimiento y concordia. Ya no es la divergencia, que es legítima y hasta comprensible, sino el desencuentro, el disenso en su último extremo.
Pero, mañana sigue la cola, ¿verdad? Y no hay camas o recursos para atender la demanda o las intervenciones continúan demorándose. Esto es lo que la ciudadanía reprueba. Al menos, teóricamente. Todo lo demás, por cansino y repetido, porque es más de lo mismo y mucho tiempo en el mismo punto, cáscaras de lapas. Aunque se nota, se siente, hay elecciones en el frente.
Pero, mañana sigue la cola, ¿verdad? Y no hay camas o recursos para atender la demanda o las intervenciones continúan demorándose. Esto es lo que la ciudadanía reprueba. Al menos, teóricamente. Todo lo demás, por cansino y repetido, porque es más de lo mismo y mucho tiempo en el mismo punto, cáscaras de lapas. Aunque se nota, se siente, hay elecciones en el frente.
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