Se
van a cumplir tres años de la publicación de la entrada titulada
Lona para la
estación en
la que aludíamos a la prolongación del cierre de la estación de
guaguas. Ahora que van a comenzar las obras del proyecto de nueva
construcción, rescatemos algunos pasajes en tanto que la solución
adoptada, en efecto, va para largo. Escribíamos:
“Lo
peor de la lona con la que se quiere minimizar el impacto visual y
antiestético de la ya antigua estación de guaguas del Puerto de la
Cruz es que parece una medida que va a prolongar la solución
definitiva para la infraestructura. Y eso sí que no debería
suceder: demasiado tiempo, en efecto, con una situación de abandono
y de incapacidad para encontrar una alternativa a un cierre decretado
por decisión judicial.
“En
más de una oportunidad nos hemos preguntado cómo es posible que
haya afanes populares muy extendidos referidos a la construcción de
un puerto (que incluso acoja a cruceros, han llegado a decir) y, en
cambio, se diga muy poco o nada de una digna puerta de entrada y
salida de la ciudad vía terrestre. La estación de guaguas se
necesita imperiosamente: la conectividad de la ciudad mediante
transporte público con zonas geográficas de la isla o con puntos
neurálgicos (aeropuerto, universidad, hospitales, la capital…) ha
de estar garantizada. Son los nativos y son miles de turistas los que
utilizan la estación. El Puerto, por empaque y por su condición de
destino turístico avanzado, merece una estación en las mejores
condiciones.
“Mientras
tanto, tiene que conformarse con una solución provisional,
habilitada en los locales de unos bloques de viviendas en la avenida
Hermanos Fernández Perdigón. Hay que suponer las molestias que
sufren los vecinos del lugar, entre ruidos de motores, claxons y
escapes de combustibles. Y hay que consignar las incomodidades y
hasta ciertos riesgos para los usuarios (es asombroso cómo los
fumadores encienden cigarrillos o arrojan colillas en las aceras o
sobre el pavimento donde aparcan las guaguas). Cuando llueve y cuando
el calor aprieta”.
El
caso es que el anuncio de la instalación de una de esas superficies
de lona -se supone que pintada- que se emplea para mejorar la
visualización de edificaciones en ruinas o abandonadas y a las que
se suele adherir un rótulo o una inserción con información breve
de lo que allí se pretende reconstruir o reponer; el caso es,
decíamos, que coincidía con una discrepancia pública de miembros
del gobierno local (CC+PP), a la que se sumaba el presidente del
Cabildo Insular. Luego, pelillos a la mar. Y tras arduas gestiones,
más la aprobación definitiva del Plan de Modernización impulsado
por el Consorcio de Rehabilitación Urbanística, lograron avanzar en
el expediente de modo que ya está hecha el acta de replanteo, se
dota la señalética correspondiente y se inician las obras.
Desde
2009 está cerrada la estación. Para escapar, ya saben: unas
dependencias en los locales bajo unos bloques de viviendas (Cruz del
Pino). Insuficientes e incómodos espacios, tanto para los
trabajadores como para los usuarios. Entre pesimismo, resignación y
prolongaciones administrativas, instalaron una lona para cubrir o
disfrazar la estampa.
Lona
de marras se
titulaba otra entrada, aparecida semanas después (6 de junio de
2015), de la que entresacamos algunos fragmentos para explicar mejor
la iniciativa y su alcance:
“El
Cabildo Insular de Tenerife incluyó la actuación en un plan de
embellecimiento orientado a una mejora paisajística, principalmente
en aquellas zonas más transitadas y deterioradas. Es una positiva
intención, aunque resulta inevitable relativizarla porque, como ya
dejamos escrito (el 22 de mayo pasado), la instalación significa, en
sí misma, que se demora o prolongala solución definitiva.Entonces,
la lona de marras sigue generando controversias, la última durante
la mismísima campaña electoral, cuando los candidatos de Coalición
Canaria y Partido Popular discutieron a propósito del último (?)
trámite sobre la titularidad del suelo para poder acometer el
proyecto de reconstrucción. Se trata de una gran serigrafía que
envuelve la edificación de la antigua e inservible, por ruinosa,
estación de guaguas, cerrada desde 2010. El presupuesto de su
elaboración e instalación se elevó a treinta y seis mil euros,
cantidad que, presumiblemente, será ampliada como consecuencia de la
necesidad de una instalación suplementaria. El tendido serigráfico
está confeccionado con doscientas treinta y cinco fotografías
extraídas de un concurso público convocado por ‘Turismo de
Tenerife’ y la marca ‘Puerto de la Cruz Experience’.
“Los
responsables tienen que estar al tanto del rechazo que la lona de
marras está generando entre los portuenses y en las redes sociales.
Es curioso, porque quienes en principio aceptaban el mal menor (“para
lo que se veía y como estaba, al menos así” (sic), han terminado
viéndose desbordados por los más intransigentes (“ya está bien,
eso solo sirve para camuflar las vergüenzas y la desidia” (sic),
con lo que las buenas intenciones de la iniciativa saltan hechas
añicos. Basta leer comentarios en ediciones digitales y redes de
ciudadanía para entenderlo. Hasta los ciudadanos son quienes han
aportado las fotografías, dice una de las quejas.
Total,
que entre el impacto visual y la cada vez más extendida creencia de
que estamos ante otro parche que anticipa una prolongación de la
solución estructural para la estación de guaguas, puerta de entrada
y salida al municipio, lo que se genera es un creciente malestar. El
Puerto de la Cruz necesita con urgencia esa infraestructura, como
necesita también una sacudida general en el mantenimiento y
conservación de sus espacios públicos, de sus vías, plazas y zonas
ajardinadas”.
Ahora
que comienzan las obras en otra parcela cercana y contrastamos las
apreciaciones escritas hace prácticamente tres años, se comprueba
que no andábamos descaminados. A ver qué suerte corre -después de
elecciones, claro- la nueva edificación que sustituirá a la cada
vez más antigua e inútil estación de guaguas de la calle El Pozo.
Cabe preguntarse hasta cuándo mantendrá la actual fisonomía y si
la lona resistirá hasta entonces.
1 comentario:
Algunos de nuestros visitantes asiduos se toman a cachondeo las frases de las lonas, después de tantos años ese "Nous sommes en train d'améliorer" suena a ironía fina, excepto aquellos que llegan en las guaguas necesitados de ir al baño y tienen que recurrir a la amabilidad de los bares de alrededor.
No nos llevemos a engaño, con estos gestores ni destino turístico avanzado ni empaque urbanístico.
Un saludo
Publicar un comentario