El
estado de alarma, en principio, abarcará hasta las cero horas del
próximo 24 de mayo, tal como aprobó el último Consejo de
Ministros. El presidente del Gobierno ya ha dicho que solicitará al
Congreso otra prórroga y, por tanto, ya se verá qué pasa porque
los escenarios políticos –hay más de uno, desde luego- van
cambiando y obligan a decisiones que, en todo caso, deben seguir
teniendo los mismos objetivos prioritarios: culminar la contención
del virus, proteger la salud de las personas e iniciar la
reconstrucción que, como todos los del entorno, se ha visto muy
afectado por la pandemia.
Por
lo tanto, se trata de fortalecer hasta entonces la cogobernanza con
las Comunidades Autónomas y de desarrollar un plan de transición
cuya primera premisa sea no actuar de golpe ni masivamente, o sea, no
incorporarse a una supuesta cotidianeidad como si no hubiera pasado
nada, como si se cerrara un paréntesis que ha tenido o está
teniendo un alto coste. De ahí que las manifestaciones de la
ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero,
entrañen un valor significativo ahora que las calles vuelven a
poblarse y muchos negocios de distintas actividades se aprestan a
abrir sus puertas. “Mantener el estado de alarma –ha dicho
Montero- es fundamental para proteger la salud de la ciudadanía,
avanzar en la contención del virus y llevar a cabo la desescalada
progresiva”.
Ha
añadido una apelación al comportamiento individual favorecedor de
la dinámica colectiva. “Es un llamamiento a la responsabilidad
para que se sigan respetando la distancia interpersonal y las
recomendaciones de protección e higiene”, dijo también la
ministra, consciente de que la recuperación progresiva de espacios
de actividad pasa por el cumplimiento de esas reglas.
Por
cierto, que en esa última reunión del ejecutivo se trató del
acuerdo alcanzado por el Gobierno, organizaciones empresariales y
centrales sindicales para prorrogar los Expedientes de Regulación
Temporal de Empleo (ERTE) declarados por fuerza mayor hasta el
próximo 30 de junio, de modo que se mantiene la protección por
desempleo y la exoneración de cuotas a la Seguridad Social. Es un
hecho relevante, en medio del desasosiego creado por la pandemia con
la economía productiva del país en un momento muy delicado. Estas
son las decisiones que esperan los ciudadanos, fruto del análisis de
los problemas y del entendimiento entre los agentes sociales para
mitigar los estragos. Ese acuerdo habrá de madurar con las reuniones
que se van a llevar a cabo para “examinar sector por sector”,
según se ha dicho, pero ya es, cuando menos, un soporte de esperanza
para todos.
Día
56 de la alarma
“Nuestro
tema está/ cantado con arena/ espuma y aves del amanecer/ nuestro
tema está/ listo para ser/ brisa de las alas migratorias/ nuestro
tema es/ para ver llover”, decía una estrofa de un poema del
cantautor cubano Silvio Rodríguez que rememoramos cuando hoy se
conmemora el Día Mundial de las Aves Migratorias, una iniciativa
dedicada a la concienciación sobre las mismas y a la necesidad de
cooperar internacionalmente para conservarlas. Con brisa construye
una metáfora Rodríguez, a la espera de que llueva nuevamente y nos
beneficiemos todos.
Y
es también el Día de Europa. Para el ingeniero orotavense, Isidoro
Sánchez García, que en su larga trayectoria política, fue también
eurodiputado, esa fecha no puede pasar inadvertida. Temprano
recibimos su artículo firmado en el digital Tiempo
de Canarias, bajo
el título “El Día de Europa en mayo de 2020”. Sánchez apela al
espíritu del ministro de de Asuntos Exteriores francés en 1950,
Robert Schuman, como el germen de un planteamiento sin igual para la
construcción de un continente de cooperación política. Pero la
tesis principal del trabajo de Sánchez es que no nos olvidemos del
Sahara occidental, ahí perdido, ahí arrinconado, con un proceso de
descolonización aún pendiente. Escribe: “Vivamos
la fiesta en paz y no sigamos escuchando disparates y barbaridades.
El pueblo saharaui es quien tiene derecho a su futuro y no otros
países interesados. Ya sea en los fostatos, en la pesca, en los
hidrocarburos o en las aguas territoriales”.
Siguen
trabajando en el reacondicionamiento del Dinámico. Algunos
viandantes, con sus perritos o sus bolsas, se detienen para comprobar
la evolución de la actividad. Eso siempre fue mucho de los
portuenses: detenerse e inspeccionar las obras. Desde aquellos años
del bum de la construcción. También reparan en que los propietarios
o arrendatarios de otras cafeterías alrededor de la plaza hacen lo
mismos. Van a subir la persiana y se preparan. Empezando por la
apertura y limpieza de los paraguas y siguiendo con la limpieza y el
lavado en plena calle de mesas y sillas. Hay que ser conscientes de
que abundará público local: esa debe ser la clientela. No hay
turistas, por ahora.
La
información incide en las comunidades que se quedan a la expectativa
de incorporarse a la fase 1. El presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, hace una nueva comparecencia radiotelevisada y reitera su
petición de prudencia a los territorios que el lunes entrarán en
esa fase 1. Aclara que las comunidades autónomas podrán cambiar las
franjas horarias del clima en función del clima. Y que sí se podrá
ir a una segunda residencia de la misma provincia en dicha fase.
Total que media España estará el lunes en pleno proceso de
desescalada.
Julio
Anguita, con una afección cardíaca, sigue ingresado en estado
grave. Quien con 87 años no pudo más fue Little Richard, un pionero
del rock, aquel de
Tutti fruti
(cuya
derivación
onomatopéyica dio para mucho: Abuanbabulubabalambambú)
y Long
tall Sally.
Una
investigación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV)
confirma que las redes sociales son territorio donde priman la
agresividad, el encono y el desprecio. Al menos, en una de ellas,
Twitter,
donde
la agresividad crece conforme avanza el estado de alarma.
Para
reflexionar. Por aquí, más cerca, la gente ha dejado de aplaudir.
Se nota.
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