miércoles, 5 de mayo de 2021

A PASO DE VENCEDORA

 

El término ‘arrasa’ (presente de indicativo del verbo arrasar) es el más escuchado y leído en las últimas horas, indicativo del indiscutible triunfo personal –que no de su partido- de Isabel Díaz Ayuso en los comicios de la Comunidad de Madrid. A las derechas les gusta el caudillismo y esta victoria, basada no se sabe muy bien en qué tipo de liderazgo, les sabe a gloria, también por los efectos colaterales: todo les salió bien, hasta el paroxismo político.


Queda por saber cómo van a administrar la holgada mayoría. Pero van con los vientos a favor, baste comprobar los índices de participación, la práctica desaparición del centro y ya se verá cómo evolucionan los ultra, eso sí, a quienes hay que respetar, por lo que pueda pasar. Una inversión sin gran coste, por cierto. Las derechas salen a votar, movilizadas en la jornada electoral, pero también motivadas, tienen claro que solo con una asistencia masiva a las urnas es posible superar a los adversarios, a la izquierda ominosa que seguirá perdiendo porque, aún en la oposición, seguirá siendo culpable. No hace falta que se hable de ofertas programáticas o que se debata con los otros candidatos: no se rechista, se vota y punto.


Ayuso ha encumbrado a las derechas en Madrid, esta es la conclusión. Los observadores ni se fijarán en que se vivió una campaña bronquista y que, en la práctica, no hubo debates. Puede que algunos apunten que esta es la nueva política y lo tendrán en cuenta para el futuro: son preferibles las frases ocurrentes, traducidas a titulares elevados a categoría, capaces de ser memorizados para que no se hable de otra cosa.

Las derechas pasaron. Y con creces. Buscaban un bastión, lo tenían –incluso no ganando elecciones- y lo han consolidado. Ayuso, al frente.

A paso de vencedores. De vencedora, mejor. ¡Quién lo diría!


2 comentarios:

NEMESIS dijo...

No es momento de lamer heridas, sino, de análisis y conclusiones, si son drásticas pues lo son, pero una cosa está clara y evidente, con secuestro de Agrupaciones y libertades, sin un mínimo de formación que por lo menos sepan explicar un programa, me temo que esto será un principio del fin. ¡Ah! Y ya está bien de tanta mediocridad

Ricardo Soriano dijo...

Enredada la izquierda en disquisiciones sobre el genero y la identidad, la derecha avanza imparable enntre los parados y las colas del hambre. Igual que con Le Pen en Francia y Salvini en Italia los más perjudicados por las crisis y la pandemia le compran el mensaje a Ayuso o a Vox.
Mientras, la izquierda discutiendo sobre el sexo de los ángeles
No aprendemos.