miércoles, 19 de mayo de 2021

CEUTA, INDUCIDO E INDESEADO ESCENARIO

 

Desde la mañana, imágenes para sobrecogerse. La policía marroquí abriendo claramente las vallas fronterizas e invitando a jóvenes y menores a traspasarlas. Ganar la playa era la consigna. A nado o a pie. Es así cómo se sojuzga a un pueblo que, desesperado, no tiene otra alternativa que poner en riesgo la propia vida e infringir las normas, exponiéndose a una suerte muy incierta. Pero puede que nada sea peor que las condiciones de vida en tierra propia. Salir, salir como sea de aquel infierno. Y si la gendarmería no pone objeciones, miel sobre hojuelas.

Desde las frías aguas mediterráneas, acceso a la arena de una playa de nombre popular que ha sido escenario de tristes episodios. Unos soldados, claramente desbordados, tratan de colocar una alambrada con concertinas en un pequeño dique que separa a un país de una ciudad autónoma de otra nación. Los soldados quieren demorar o impedir el paso de marroquíes o subsaharianos que pretenden liberarse.

En medio del caos, los soldados del Ejército constitucional español se comportan admirablemente en tanto unas pocas unidades motorizadas son aparcadas de forma disuasoria en la misma arena. Los efectivos ayudan a los migrantes, algunos de ellos completamente exhaustos. Llama la atención la presencia de jóvenes y niños que corretean como si acudieran a una fiesta. Son guiados o ayudados por los uniformados que cumplen con su deber y se ven complementados por componentes de la Cruz Roja, el primer auxilio, como tantas otras veces. Y por miembros de la Guardia Civil que llegan para acreditar por enésima ocasión su compromiso de protección y ayuda a quienes lo necesitan.

Desde la mañana, Ceuta, la frontera sur de Europa, como más tarde, en informativos y desde fuentes muy diversas, se encargarán de repetir. Europa, Europa, casi como un recurso a la desesperada, olvidándose de que el hermano alauí es protegido por el gran hermano yanki. Y, qué caramba, por la propia Unión Europea (UE). Primeras acciones diplomáticas: hay que exprimir, hasta donde se pueda, las normas de derecho internacional. Las embajadoras, llamadas a consultas. Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tampoco se queda quieto y decide trasladarse a las que se llamaban, en cierto tiempo, plazas de soberanía. Es de los pocos que lo han hecho en democracia. Una declaración institucional a tiempo, intachable. En las redes del desahogo fanático y del vitupera que sale gratis, algunos exaltados se refocilan con las escenas del hostil recibimiento que unos pocos dispensan a Sánchez, como si fuera el momento apropiado.

Comisarios europeos van puntualizando mientras la tarde se aquieta y en El Tarajal disminuye la tensión que seguirá porque mientras un régimen político, como el del reino alauí, precise de desvíos de las carencias y de las tribulaciones que afectan a la población, siempre encontrará alguna apelación a las emociones, a la sensiblería y los gestos considerados de hostilidad. Ya saben: el dirigente saharaui, líder del Frente Polisario, que estuvo internado en Tinduf y causó alta para ser trasladado a un hospital de La Rioja donde es tratado de un contagio de coronavirus, sigue aquí y los marroquíes utilizan la circunstancia, no importa que proliferen desempleados, desesperanzados, jóvenes y menores sin salida.

Un politógo, Alán Barroso, pone el dedo en la llaga antes de que concluya la incierta y compleja jornada de Ceuta, mientras en los escenarios políticos se enredan conceptualmente, que si invasión que si llegada masiva de migrantes: “La explicación es mucho más sencilla. No es un crisis migratoria. Es un chantaje, un chantaje de la monarquía marroquí porque España permitió que el líder del Frente Polisario, que es un movimiento que lucha por la libertad del Sáhara Occidental que está ocupado militarmente por Marruecos, viniera a España a tratarse de un caso grave de covid”, afirmó para luego explicar que eso no gustó a Marruecos, “no le gustó que le demos ayuda a gente que lucha contra el régimen de terror y violación de Derechos Humanos que tienen en el Sáhara”.

Y a ver qué pasa ahora.


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