Primero de Mayo en España. Con este lema, “Ahora toca cumplir. Un país en deuda con su gente trabajadora”. Y con una conmemoración conjunta, nuevamente, de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO). Sin ánimo reivindicativo, la fecha, desde luego, no tiene esencia. Las dos principales centrales vuelven a la movilización clásica, a la presencia en avenidas, calles y plazas que debe discurrir bajo un estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad, especialmente en aquellas Comunidades Autónomas donde la Incidencia Acumulada se mantiene más alto.
El lema condensa los dos objetivos principales de la movilización: el reconocimiento y homenaje a los trabajadores y trabajadoras de los sectores esenciales que, según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez “han hecho posible que durante la pandemia hayamos podido vivir en mejores condiciones”, y la exigencia de respuesta a reivindicaciones primordiales como son la derogación de las reformas laborales, la derogación de la reforma de pensiones de 2013, la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2021, y la recuperación de los servicios públicos.
A ver cuál es el alcance de la respuesta porque el mismo Pepe Álvarez considera que la movilización es el elemento básico para desarrollar las cuestiones pendientes. “Este Primero de Mayo –dijo hace unos días- nos tiene que servir para destacar el papel que hemos tenido para que el impacto del covid haya sido menor en la población del país”, como salvar tres millones de puestos de trabajo gracias a los ERTE; el primer desempleo para las empleadas de hogar, la protección a los fijos discontinuos, o la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que “no ha sido el banderín de enganche que queríamos para que nadie se quedara atrás, por lo que hay que exigir al Gobierno que se ponga en marcha para todas las personas que lo necesitan a través de una declaración responsable”, señaló Álvarez.
Los sindicalistas, por cierto, discrepan con la patronal y con el Gobierno. A la primera piden la apertura de la Mesa para renovar el Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). En cuanto al diálogo social para la reforma del mercado de trabajo, Álvarez afirmó que “es evidente que hay discrepancias con el Gobierno y con la patronal, algunas mayúsculas. Pero a nosotros no nos van a condicionar ni los tiempos que marque la UE ni lo que el Gobierno tenga comprometido con la UE, porque es un plan lo suficientemente abierto. Lo que nos condiciona son los objetivos, que son irrenunciables desde el punto de vista de la modernización de las relaciones laborales”.
En vísperas de esta señalada fecha para los trabajadores, el secretario general de UGT ha recordado que los fondos europeos del Plan de Reconstrucción son una gran oportunidad, que deben estar vinculados a la creación de empleo y que tienen que servir para que España sea un país más reequilibrado territorialmente, pero también con la urgencia de acometer una reforma fiscal integral.
En este sentido, Álvarez ha señalado que “la inclusión social y la igualdad son fundamentales. Sin igualdad no hay libertad, y eso significa recuperar el gasto público que había antes de la crisis. Porque la igualdad y la libertad vienen de la mano de un sistema impositivo justo. Es importante que haya dirigentes empresariales y poderes económicos de nuestro país que ya reconozcan que hay que subir los impuestos. Pero eso tiene que ser una realidad en los próximos años, y este Primero de Mayo tiene que servir para la ciudadanía tengan la seguridad de que sin impuestos no se pueden cubrir las necesidades ni atender los servicios públicos. Hemos visto colectivos con grandes contradicciones; los mismos que piden subvenciones piden rebajas de impuestos”.
Lo dicho: veamos el alcance de la respuesta a esta convocatoria.
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