La
pregunta es: ¿es positivo o no tanto que los precios de los hoteles
canarios sean los únicos que suben (un 4,5 %) mientras en el resto
del país caen un 4,2 %? A ver qué dicen las patronales y el sector,
después de que el Índice de Precios al Consumo (IPC) conocido el
pasado fin de semana registrara estos datos que deben responder a
algunas circunstancias.
Por
ejemplo, ¿es que eran precios modificables al alza, dada la demanda?
Es probable que los empresarios señalen que se trata de una
actualización sin más. Téngase en cuenta que cerraron el año 2018
con un incremento medio de las tarifas del 2,3 %. Se sabe que en
Canarias la temporada alta coincide con la fase invernal y que ese
incremento del 4,5 % es con respecto a diciembre pasado, mientras
que, comparado con enero del pasado año, la subida fue solo de un 1
%.
En
cualquier caso, será interesante conocer las explicaciones de este
hecho. Los expertos coinciden en señalar que enero es el que
registra mayor tasa de reservas para alojarse en cualquier mes
posterior, distinguiendo, claro, entre destinos urbanos y
vacacionales. En ese sentido, y tomando como referencia algunos
cálculos de consultoras especializadas, Canarias es el destino que
más sufre el impacto de la baja de precio medio. Y abundan con este
desglose: Tenerife, con un descenso del 5 %, apenas logra salvar el
mes de enero, con tendencia a que la situación se agrave durante
todo el año, con perspectivas no muy favorables que digamos; y Gran
Canaria presenta una notable disminución de reservas para el primer
trimestre, con un -3,7 %. Se espera que después de marzo, las
reservas y, consecuentemente, la ocupación, experimenten un cambio.
Los
datos hacen presumir un ejercicio más incierto de lo que aparentaba.
En plena FITUR se supo que las pernoctaciones en establecimientos
hoteleros del país habían descendido en 2018 un 0,1 %, apenas
relevante, pero según el Instituto Nacional de Estadística (INE)
era la primera reducción desde el año 2012. Antes de esta
oscilación de precios que comentamos, la facturación media diaria
de los hoteles el pasado año por cada habitación ocupada fue de
88,8 euros, mientras que el ingreso medio diario por habitación
disponible (lo que se conoce con las siglas RevPAR), condicionado
por la ocupación registrada, alcanzó los 59,4 euros de media.
Aguardemos
reacciones, en fin, para valorar si ese incremento en los precios
hoteleros marca tendencia y, sobre todo, si es un hecho positivo para
cualificar la oferta y las prestaciones.
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