Las
pernoctaciones en los hoteles españoles cayeron en abril un 100 %.
Así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) como dato
que pone de relieve la incidencia de la pandemia en el sector
turístico. Es la prueba del cero turístico. Actividad nula. Y es
que desde el 19 de marzo entró en vigor una orden que desarrollaba
lo establecido en el primer decreto de alarma. Determinaba la
suspensión de la apertura al público de todos los hoteles y
alojamientos turísticos en todo el territorio nacional. Desde esa
fecha fueron cerrando progresivamente hasta quedar completamente
suspendida su actividad una semana después.
El
informe del INE sobre Coyuntura Turística Hotelera sobre
pernoctaciones refleja una bajada histórica. Los últimos datos del
mes de marzo, en efecto, ponen sobre la mesa un descenso del 61,1 %
respecto al mismo mes del año pasado, con 8,3 millones de
pernoctaciones. Aunque algunos hoteles estuvieron abiertos en abril
para alojar a trabajadores de servicios esenciales, como los
sanitarios, la normativa europea considera que no realizaban
actividades turísticas, por lo que sus flujos no se contabilizan en
la estadísticas.
Frente
al cierre sufrido este año por la pandemia del coronavirus y el
estado de alarma, en abril de 2019 había abiertos quince mil
doscientos hoteles en España, que ofertaron 1,5 millones de plazas y
que empleaban a doscientos diez mil trabajadores. Estos
establecimientos registraron más de 9,1 millones de viajeros, que
efectuaron casi 27 millones de pernoctaciones. Las estadísticas del
INE confirman que la aportación del turismo al PIB es del 12 %.
Este
cero turístico, esta cifra inédita en un sector productivo de
indudable importancia, revela por sí sola la necesidad de remontar.
Es insostenible, de ahí que el presidente del Gobierno haya
anunciado la reapertura de la actividad turística, en condiciones de
seguridad tanto en orígenes como en destinos, el próximo mes de
julio, aunque ello pueda depender también de pactos entre países.
El
sector parece impuesto de esa pretensión de máxima seguridad. Ahí
tenemos la reciente posición fijada por la Confederación Española
de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que se une al grupo
creado para impulsar una reapertura segura. Con
esta iniciativa se intenta generar sinergias y alianzas que permitan
la óptima apertura de un sector
con más 300.000 establecimientos que
emplean
a 1,7 millones de personas.
Para ello, se han creado cuatro grupos de trabajo: Formación y
Talento, Demanda Segura y Reactivación, Financiación y Alianzas
Estratégicas.
En efecto, según fuentes de la CEHAT, el
grupo de expertos hará llegar al sector de la hostelería, desde
planes
de
formación
sanitarios relativos a la COVID-19,
hasta
la reformulación de créditos,
apoyos
para
alianzas
con entidades financieras y
sociedades
de garantía recíprocas, con el fin de salvar la liquidez y
fortalecer financieramente los negocios.
Se
trata ahora de anular el cero, de superarlo, de arrinconarlo en el
peor lugar de la historia del turismo.
Día
70 de la alarma
Hay
dos hombres durmiendo –o eso parece- en bancos próximos a la pila
de la plaza. Es sábado, primera visión de la mañana. Las
churrerías están más animadas. Se reanuda la costumbre de acudir
temprano y llevar el producto a casa. Un vistazo a las cifras de la
pandemia que ofrece la consejería de Sanidad sobre los municipios
del norte tinerfeño: en los dos últimos días hay seis nuevos
contagios y se han registrado veintinueve altas, cinco de ellas en en
el Puerto de la Cruz. No hay fallecidos.
Canarias,
la comunidad, se prepara para acceder a la fase 2 de la desescalada.
Se amplían la actividades permitidas, siempre manteniendo las
franjas horarias establecidas para dar paseos en los municipios de
más de cinco mil habitantes. “Ahora la responsabilidad es mayor”,
dice el consejero del ejecutivo autónomo, Julio Pérez. “Es el
momento en el que el resto de la sociedad debe trabajar y cumplir las
normas establecidas para poder evitar la contagios y no tengamos que
dar ningún paso atrás”, añade.
Es
inevitable pensar en la probable masificación cuando se permita
acceder a las zonas de baño. En algunas conversaciones domésticas,
de esas en las que se alude a la cantidad de epidemiólogos que han
ido surgiendo, de personas que, en apariencia, todo lo saben o de
todo entienden -la figura del ‘todólogo’ ha reaparecido sin
límites en la infinidad de tertulias-, es inevitable pensar en la
invasión de playas y piscinas. “Ahora todos querrán nadar”,
dice alguien. Y todos a la misma hora, o casi, decimos nosotros. Un
hecho sí es cierto: se ve a muchas personas con mascarilla en sus
paseos o en las colas ante la farmacia y en los supermercados.
A
media mañana, la triste noticia del fallecimiento de un amigo,
Eugenio González González, quien, como tantos otros portuenses,
tenía su apodo, ‘el Rolón’, todo un linaje, toda una saga
crecida en torno al inolvidable cafetín de la plaza del Charco, al
lado del desaparecido Cinema Olympia. Eugenio fue el personaje
admirado de la infancia por varios hechos: era un atleta que lucía
abdominales y gran capacidad de soportar cargas en sus espaldas. Era
un carnavalero que popularizó un disfraz: caminaba con la cabecera
de una cama a sus espaldas, leyendo un periódico con aspecto de
venerable anciano. Los extranjeros se desternillaban a su paso. Hubo
quien se encontró fotos suyas en un viaje de luna de miel en un país
europeo. Nos parece recordar que ofició como personal de seguridad
(guardaespaldas, se decía) cuando Felipe González, en los albores
de la democracia, anduvo por El Peñón. Años después trabajó como
masajista profesional. Dotado de sentido del humor, fue un hombre
desprendido y generoso. Descanse en paz.
La
caída de ingresos durante la pandemia deja a la Comunidad Autónoma
en situación cada vez más preocupante, de ahí que el presidente,
Ángel Víctor Torres, haya solicitado a Pedro Sánchez que convoque
una reunión de la comisión bilateral de cooperación
Estado-Canarias “para resolver asuntos apremiantes, como es la
merma de recursos del bloque canario de financiación para las
administraciones autonómicas”. Torres reivindica el REF para
corregir las desventajas de su condición ultraperiférica. Como
consecuencia de esa singularidad, Canarias depende de los ingresos
que generan sus propios impuestos en un 19% de su presupuesto,
mientras que en otras comunidades autónomas los tributos propios
solo aportan el 7%, de media, recuerda el presidente.
Un
buen ejemplo de los apremios a los que alude el presidente Torres
estriba en la memoria anual de 2019 que ha entregado el Diputado del
Común, Rafael Yanes, al presidente del Parlamento de Canarias,
Gustavo Matos. Expuso a modo de síntesis que “aunque suben un 8%
las personas atendidas en las islas y un 7% el gasto, Canarias aún
presenta una inversión de 64,5 euros por habitante frente a los 149
euros de media nacional”. Y luego ejemplifica el caso de una mujer
de 42 años que fue reconocida como gran dependiente en 2011 y en
noviembre de 2019 se le da la propuesta de Programa Individual de
Atención (PIA) que aún no ha sido aprobado. "La ley da un
plazo máximo de seis meses y han pasado nueve años", ha
agregado. Con razón, el propio Yanes reconoce que se trata de un
“caso inadmisible”.
Viene
calor, señalan las predicciones meteorológicas. Calima, viento y
temperaturas que, algunos puntos de medianías, pueden alcanzar los
treinta y cuatro grados. Cuestión, pues, de andarse con cautelas. No
estamos para más descuidos y para más tragedias.
1 comentario:
Muchísimas gracias por tus palabras Salvador. Mi padre fue muy particular desde la infancia hasta su vejez, y socialista hasta su muerte. Vivió e hizo de su vida lo que quiso, aunque yo en particular había cosas que no compartía con él, pero era mi padre. Estas semanas han sido muy duras pero ya descansa en paz. Lo cuidé hasta su último día y ello me ayuda a sentirme bien y afrontar el futuro con fuerza. Un abrazo.
Gloria González
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