sábado, 11 de junio de 2022

DESPEDIDA DE RAFAEL JEREZ

 

Lo que son las cosas: estuvimos hace muchos años en la jubilación de Rafael Jerez padre, empleado de la Federación Tinerfeña de Fútbol; y ahora en la de su hijo, Rafael Jerez Hernández, Rafa, docente, director durante muchos cursos académicos del IES Agustín de Bethencourt en el Puerto de la Cruz.

Rafa recibió el reconocimiento y el homenaje de responsables e inspectores de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, así como de sus compañeras y compañeros del centro cuyo salón de actos, por cierto, lleva su nombre desde el pasado jueves. Otra prueba más del afecto que supo granjearse con su dedicación y su desempeño.

Hace pocos días, recibió la distinción ‘Viera y Clavijo’ concedida por la Consejería al ser uno de los profesionales que llevó a cabo una excepcional trayectoria, labor docente, ejercicio del cargo u orientación educativa y psicopedagógica, además de haber colaborado de forma manifiesta y destacada en la consecución de los objetivos de participación, equidad y calidad en el sistema educativo de Canarias.

Así figura en su expediente: “Desde su participación en la construcción del entramado educativo español en democracia hasta hoy, ha demostrado siempre un compromiso inalienable con la función pública docente, a través de la vinculación con grupos de renovación pedagógica, impartición de cursos e implicación en proyectos de diversa índole. Todo un ejemplo de determinación para impulsar una calidad educativa realmente transformadora”.

Rafael Jerez Hernández también vivió a fondo la educación desde la vertiente sindicalista. Fue miembro de la comisión ejecutiva federal de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la Unión General de Trabajadores (FETE-UGT) de cuya disolución, por cierto, se cumplen ahora seis años, cuando pasó a integrarse como sector dentro de la nueva Federación de Empleados y Empleadas de los servicios públicos de la organización ugetista. En cierta ocasión, en un vuelo regresando de Madrid a Tenerife, le dijo al ministro Saavedra:

-Jerónimo, no veo la hora de llegar para echarme un cuarto kilo de carne y un cacharro de vino.

Era una de las muchas anécdotas que Jerez contaba en el brindis que siguió al austero acto de homenaje que vivió en el instituto, donde representantes de la consejería, sus compañeros y la directora del centro expresaron sentimientos y el reconocimiento a las cualidades, humanas y profesionales, de las que hizo gala en su compromiso inalienable.

Rafa Jerez, ciertamente, dejó huella. Su familia, que le acompañó en el acto, tiene razones para sentirse orgullosa.

No hay comentarios: