De entrada, para que no
haya ninguna duda: un ministro no puede conducirse con esa dialéctica en su
desempeño público. Cierto que algunos hechos podrían estar de su lado y que
todo tiene un límite a la hora de aguantar mentiras, pero eso no justifica el que
llame ‘saco de mierda’ a un ciudadano que, como se verá luego, no es periodista
y se conduce por la vida de bulo en bulo, o mejor, de provocación en
provocación (no importan las falsedades).
O sea, que muy mal Óscar
Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, al referirse en esos
términos a Vito Quíles, responsable de medios de la candidatura ‘Se acabó la
fiesta’ que encabeza Alvise Pérez, eurodiputado electo tras loa últimos comicios
europeos.
Lo peor es que toda la
razón que asiste al ministro en el hecho que motiva la controversia cae en saco
roto al emplearse con un insulto inaceptable. Ni la incontinencia verbal que le
caracteriza ni el clima de encono y descalificación que predomina en la
política de nuestros días ni las peculiaridades del personaje destinatario de
sus denuestos e invectivas habituales –hay que desenmascararle, sí; pero no de
este modo- explican la utilización de expresiones como la que nos ocupa. Aunque
sea elemental decirlo: todo eso va en contra de quien lo profiere, abunda en el
bagaje negativo que, por fas o por nefas, se va acumulando en la trayectoria de
un cargo público que, al final, será recordado por estos hechos y no por muy
positiva gestión que haya podido llevar a cabo.
La Federación de
Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ha emitido al respecto un comunicado
en el que señala que “sin entrar a dilucidar si
Vito Quiles es un periodista, lo que está claro es que NO es un periodista en
activo ya que ha figurado como candidato en la lista de Se acabó la fiesta
(SALF) al Parlamento Europeo en las elecciones del 9/6 (en el puesto 57 de la
lista) y la condición de candidato a cargo político es incompatible con la de
periodista en activo”.
Por otro
lado, la FAPE ampara a los afiliados de las asociaciones que componen la
Federación o sobre temas generales que afectan a las libertades de expresión y
de información, pero no a ciudadanos que no tienen la condición de periodista
habida cuenta de lo dicho anteriormente. La FAPE considera, por tanto, que el
enfrentamiento entre el señor Quiles y el ministro de Transportes, Óscar
Puente, se trata de un conflicto entre dos políticos y que no ha lugar a
admitir la petición de amparo.
La Federación
considera, además, que, antes de formar parte de la candidatura de SALF a las
elecciones europeas, el Sr. Quiles ha vulnerado sistemáticamente el código
deontológico de la FAPEy que sus informaciones no cumplen el principio de
veracidad que ampara el artículo 20 de la Constitución Española, teniendo,
incluso, una causa abierta por un presunto delito de injurias y calumnias.
Dicho esto,
no podemos aceptar la actitud del ministro Puente. La FAPE considera que sus
descalificaciones e insultos son inapropiados de un servidor público y están al
margen de la convivencia y el respeto que debe primar en un Estado de Derecho.
Con todo respeto, le pedimos que si siente vulnerados sus derechos ante las
opiniones vertidas por el señor Quiles, puede acudir a la Comisión de Quejas,
Arbitraje y Deontología de la FAPE o, en última instancia, a los Tribunales de
Justicia. Al igual que el señor Puente, si Quiles se siente agraviado ante las
afirmaciones del ministro de Transportes, puede denunciarlo ante los Tribunales
de Justicia si así lo estima”. El comunicado de la Federación concluye con una
apelación: “Desde la FAPE volvemos a hacer un llamamiento a políticos y
profesionales para que bajen el nivel de crispación, confrontación, e insultos
que, desgraciadamente, se han convertido en algo habitual en nuestras
instituciones y en las distintas redes sociales”
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