Igual
las convocatorias electorales constituyen otro aliciente para
confirmar la entrada en funcionamiento de una fórmula de la que se
viene hablando, que algunos medios ya están aplicando (al menos
parcialmente) y que terminará aceptándose como tantas otras cosas:
las empresas editoras van a cobrar a los usuarios digitales por
acceder a determinados contenidos.
2019
sería entonces el año en que se pudo palpar el cambio en el modelo
de negocio en el ámbito mediático, al menos en el del papel prensa.
Las empresas trabajan en esa dirección y aceleran sus planes, sus
estrategias y sus sinergias. Habrá que pagar para estar informados,
de la misma forma que se abona una cantidad para acceder a bienes,
patrimonio o espectáculos.
Algunos
datos recientes son reveladores y dan a entender el por qué de estos
impulsos de principios de año. Por ejemplo, el Observatorio Nacional
de las Telecomunicaciones y de los Sistemas de Información (ONTSI)
ha publicado el estudio titulado Uso
y Actitudes de consumo de contenidos digitales que
revela el pago de contenidos informativos en Internet es
prácticamente residual en nuestro país. Sólo un 2 % de internautas
declaran haber efectuado esos pagos para acceder.
Por
otro lado, un informe de Reuters Institute coincide en que el número
de personas que pagan por leer noticias digitales es reducido, pero
“sí estarían dispuestas a hacerlo si se les presentara una oferta
informativa atractiva”. De acuerdo con este informe, un 11 % se
encontraría en esta situación, es decir, “algo más de tres
millones de usuarios de un total de treinta y tres millones que
consultan diarios digitales cada mes en España”.
Estas
investigaciones señalan, no obstante, algunas malas experiencias que
son “fruto de un mercado poco maduro todavía”, pero reconocen
que existe un amplio margen de mejora en la tendencia al pago,
mediante suscripción, en las publicaciones digitales de nuestro
país.
Las
empresas editoras de cabeceras como El País, El Mundo o La
Vanguardia han entendido que es muy difícil sostener una redacción
exclusivamente con los ingresos derivados de la publicidad digital,
por lo que han diseñado iniciativas de información y
sensibilización preparatorias del sistema que se avecina: la
necesidad de pagar para acceder a determinados contenidos. Les anima
la experiencia de cabeceras como Le Monde, The Times, Financial Times
o Le Figaro, cada uno de los cuales ya supera los cien mil
suscriptores.
Ejecutivos
de estas empresas editoras consideran que el modelo de suscripción
es inevitable. La implantación de los muros de pago y los hábitos
de lectura de los usuarios están siendo objeto de estudio al calor
de las experiencias que ya atesoran los grandes periódicos europeos
y americanos, entre las que figura, por cierto, la integración de
las redacciones de las ediciones impresa y digital.
Todo
da a entender entonces que adiós al papel, aunque siempre habrá
resistencia, y adiós a la gratuidad para acceder a la totalidad de
los contenidos digitales. Los nuevos modos de consumir información y
de negocio ya están aquí.
1 comentario:
Muchas gracias por la información García.
Un abrazo
Publicar un comentario