El paro se reduce por tercer mes consecutivo. Es casi para no creérselo. La tendencia se ha invertido y los casi ciento noventa y ocho mil desempleados menos del mes de julio (un -5,47 % según los registros de los servicios públicos de empleo, la mayor caída en cualquier mes de la serie histórica), reflejan que las cosas están cambiando. Hay razones para congratularse, claro que sí; pero no olvidemos que el volumen de parados al finalizar el séptimo mes del año, alcanzó la cifra de tres millones cuatrocientos dieciséis mil cuatrocientos noventa y ocho empleados. Siguen siendo muchos.
Pero que el mercado laboral se mueva es un indicador positivo y refleja la reactivación económica. O sea que lo de la recuperación, va enserio. Pero insistamos: sin creer que todo el monte es orégano. Aún hay sectores productivos que precisan de incentivos y de dinámicas que generen crecimiento. Y eso es un proceso lento. Pero si mayo ya registró el mayor descenso de la historia (con ciento veintinueve mil trescientas setenta y ocho personas), junio superó esta cifra, acercándose a una reducción de ciento sesenta y siete mil. El dato de julio confirma la inversión de la tendencia citada en el párrafo anterior.
Consignemos que este registro, al igual que ocurrió en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados. De todos modos, la Seguridad Social ganó en julio noventa y un mil cuatrocientos cincuenta y un cotizantes medios respecto al mes de junio (+0,47%), lo que situó el número total de ocupados en diecinueve mil quinientos noventa y un setecientos veintiocho cotizantes. Según las estadísticas del ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se trata del nivel de afiliación más alto de la serie histórica, si bien trescientos treinta y un mil trabajadores siguen acogidos a un ERTE.
En este contexto, conviene echar un vistazo a los términos desestacionalizados y corregidos de calendario pues el sistema ganó ciento treinta y tres mil cuarenta y nueve cotizantes (+0,69 %) en el mes de julio, hasta totalizar diecinueve millones cuatrocientos mil novecientos sesenta y cuatro ocupados. Han aumentado, por cierto, los contratos temporales (75 %) frente a los indefinidos. En Canarias, la disminución de personas desempleadas alcanzó las veinte mil trescientas setenta y cuatro.
El sector hostelería encabezó el aumento de la ocupación. Sumó sesenta y nueve mil setenta y nueve cotizante (+5,7 %) con respecto a junio. Eso sí, es el sector más temporalidad registra. Tras la hostelería, actividades sanitarias y servicios, sociales seguidos del comercio, registraron los porcentajes más altos.
Finalmente, ha aumentado el régimen de autónomos que tuvo un incremento medio de mil novecientos setenta y ocho afiliados (+0,06 %), lo que situó el total de cotizantes por cuenta propia en tres millones trescientas treinta y dos mil novecienttas sesenta y una personas.
En fin, señales alentadoras. Comprobar la evolución en los próximos meses es fundamental para contrastar la sostenibilidad y la capacidad de generación de empleo. Cabe confiar en que tanto el sector público como el privado se esmerarán en una labor conjunta que permita seguir avanzando en la recuperación. Planes y recursos europeos deben ser todo un estímulo. A ver si en vez de tres meses consecutivos hablamos de una continuidad seria, de más contrataciones y de menos precariedad. Que sean, como mínimo seis, vaya.
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