“La radio y la confianza” es el lema con el que la Unesco anima a celebrar hoy el Día Mundial de la Radio, una jornada dedicada a las emisoras radiofónicas y a sus oyentes. Fue instituido por la Unesco en 2011 y elevado a Día Internacional de interés colectivo por la Asamblea General de las Naciones Unidas un año después. Hoy haya que congratularse, por tanto, de la leal confianza de los oyentes en este medio y del éxito de las emisoras para seguir siendo creíbles, a sabiendas de que la multiplicidad de la oferta y la experimentación de los sistemas de transmisión complican, en determinadas ocasiones, esa credibilidad.
Pero la radio sigue gozando de predicamento. Y un alto nivel de competencia entre cadenas, emisoras, locutores, profesionales, alardes técnicos y coberturas la dispara hasta registrar índices de audiencia que atesoran el interés y las preferencias de los seguidores y de los consumidores de información. La pandemia y la desinformación han sido o son enemigos directos pero ni la circulación de bulos en redes sociales resta confianza. Esto quiere decir que los oyentes siguen esperando contenidos informativos precisos y fiables. Tal como se señala en un comunicado de la propia Unesco, “los ciudadanos esperan una información verificable e independiente, que se comparta en aras del interés público, que obligue a los poderosos a rendir cuentas y que ayude a la sociedad a construir un futuro mejor para todos”.
El Día Mundial de la Radio (WRD, por sus siglas en inglés) propicia recordar, siguiendo el manifiesto de la Unesco, que “la radio es un medio poderoso para celebrar a la humanidad en toda su diversidad y constituye una plataforma para el discurso democrático. A nivel mundial, la radio sigue siendo el medio más consumido. Esta capacidad única de llegar a la audiencia más amplia significa que la radio puede dar forma a la experiencia de diversidad de una sociedad, erigirse como un escenario para que todas las voces hablen, sean representadas y escuchadas. Las estaciones de radio deben servir a comunidades diversas, ofreciendo una amplia variedad de programas, puntos de vista y contenido, y reflejar la diversidad de audiencias en sus organizaciones y operaciones”.
El llamamiento de esta edición del WRD se sustancia en tres apartados de interés vinculados a la confianza que hay que ganarse, por supuesto:
-Confianza en el periodismo radiofónico, o lo que es igual, producir contenido independiente y de alta calidad. Respetar los estándares básicos del periodismo ético se ha convertido en un desafío en la actual era digital de alto ritmo. Sin embargo, para mantener o aumentar la confianza de los oyentes, el periodismo debe seguir basándose en información verificable que se comparta en interés público, haga rendir cuentas a los poderosos y ayude a la sociedad a construir un futuro mejor para todos. Respetar los estándares básicos del periodismo ético se ha convertido en un desafío en la actual era digital de alto ritmo. Sin embargo, para mantener o aumentar la confianza de los oyentes, el periodismo debe seguir basándose en información verificable que se comparta en interés público, haga rendir cuentas a los poderosos y ayude a la sociedad a construir un futuro mejor para todos.
-Confianza y accesibilidad significa cuidar a la audiencia.
Llegar a un grupo de audiencia seleccionado implica atender las necesidades informativas de todos los oyentes y ser un catalizador para la integración y la participación social, incluidas las personas con discapacidades. Las plataformas de radio digital proporcionan motivos para la innovación en la accesibilidad de los contenidos para estos últimos, como el uso de lenguajes de signos o subtítulos automatizados para la audiencia con discapacidad auditiva cuando se transmite, o anuncios de contenido para oyentes ciegos.
Este apartado vincula la supervivencia económica de las estaciones de radio con su capacidad para atraer y retener una base lo suficientemente grande de oyentes leales para ser sostenible o para integrar la interacción del oyente en sus modelos de negocio.
Llegar a un grupo de audiencia seleccionado implica atender las necesidades informativas de todos los oyentes y ser un catalizador para la integración y la participación social, incluidas las personas con discapacidades. Las plataformas de radio digital proporcionan motivos para la innovación en la accesibilidad de los contenidos para estos últimos, como el uso de lenguajes de signos o subtítulos automatizados para la audiencia con discapacidad auditiva cuando se transmite, o anuncios de contenido para oyentes ciegos.
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