Atentos, porque los máximos responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Mundial del Turismo (OMT), tras una reunión conjunta celebrada días pasados en Ginebra, concluyen que las restricciones a los viajes no aportan ningún valor añadido y contribuyen a la persistencia de las tensiones económicas y sociales.
Declaraciones como esta importan lo suyo tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia y mientras se prolongue el conflicto. En algunas zonas de Canarias, allí donde se registra presencia de rusos, ya empiezan a acusar efectos. Es natural la preocupación por parte de operadores turísticos..Habrá que aguardar para contrastar cómo evoluciona: el nuevo desorden mundial es una gran incógnita. Apenas sacaba la cabeza el turismo tras la pandemia y ahora se le viene encima una guerra, lejana, sí, pero no menos incidental en la economía.
El caso es que los dirigentes mundiales de Salud y Turismo han planteado la necesidad de sustituir las citadas limitaciones por políticas que tengan en cuenta los riesgos, se fundamenten en pruebas fehacientes y se adapten de modo específico a cada contexto.
Las últimas recomendaciones de la OMS promueven una movilidad internacional segura y ponen de manifiesto la ineficacia de las restricciones generales para controlar la transmisión de virus de la Covid-19. Asimismo, han advertido que estas limitaciones perjudican en grado sumo a la sociedad, la economía y el desarrollo.
A lo largo de las últimas semanas, los gobiernos de varios países en todo el mundo han empezado a suavizar sus normas y a flexibilizar las restricciones para recibir a los visitantes internacionales. Se ve que una y otra organización han trabajado de forma coordinada, al menos para fijar los criterios sobre las condiciones de viaje. Así, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó que hay que “seguir por ese camino y promover la reapertura segura y responsable, con miras a permitir que el turismo aproveche su potencial único como motor de recuperación y crecimiento”.
Es así como se llega a la determinación de que todas las medidas aplicadas a los viajeros internacionales se han de basar en “evaluaciones de riesgo, incluidas las pruebas, el confinamiento y las vacunas”, según el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS sobre la COVID-19. Además, es esencial que “la carga financiera de estas medidas no recaiga sobre los propios viajeros”.
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, señaló que teniendo en cuenta que la salud ae ha de mantener como la prioridad principal, “la adopción de decisiones con arreglo a pruebas científicas y un enfoque fundamentado en los los riesgos reales y adaptado a contextos específicos, permitirá a las distintas naciones conservar un equilibrio adecuado entre la apertura de las fronteras, la seguridad de las personas, la preservación de los medios de subsistencia y la protección de la economía”.
Sigamos atentos.
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