domingo, 3 de julio de 2022

¿APROVECHARÁN LOS FONDOS EUROPEOS?

 

El desarrollo de un modelo turístico sostenible y resiliente; la transformación digital de los destinos y empresas turísticas; el impulso de la competitividad a través del desarrollo del producto turístico; el impulso de la industria canaria y el fortalecimiento del sector comercial y turístico de Canarias, son los objetivos a alcanzar con una inyección económica de trescientos treinta y dos millones de euros de la Unión Europea (UE), presupuestados en los denominados fondos ‘Next Generation’, para mejorar el destino turístico de las islas. Hasta diez programas serán financiados con estos fondos durante el período 2021-26.

La consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias tendrá a su cargo la canalización de estos fondos. Por un lado, el departamento gestionará seis planes con cargo al programa React-UE, con una previsión presupuestaria para el periodo 2021-2023 de setenta y cinco millones de euros; y por otro, cuatro planes de los Fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), con una estimación de casi doscientos y ocho millones de euros para su gestión hasta 2026, según precisan fuentes de la consejería.

Es difícil encontrar precedentes similares referidos a las ayudas o subvenciones que recibe el turismo en Canarias. ¿Han sido suficientemente aprovechados? La consejera del ramo, Yaiza Castilla, ha explicado que a través de la denominada Unidad Administrativa Provisional, creada para la gestión y control de los fondos europeos, “se va a crear valor en nuestra labor de intermediarios entre el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que nos transfiere el dinero de Europa, y los beneficiarios finales de esos fondos”, en el sentido que existe una corresponsabilidad en la gestión de los mismos para garantizar el gasto efectivo en los objetivos previstos, ante el escaso plazo para su aplicación y las condiciones que se exigen.

Para los proyectos con cargo a los dos programas del “Next Generation” se prevé convocatorias de subvenciones y contrataciones a través de las entidades dependientes de la Consejería, como Promotur y Hecansa, así como colaboraciones público-privadas.

Se trata, por tanto, de disponer de proyectos para programar adecuadamente las actuaciones. Es una oportunidad que no habría que desaprovechar. El sector tiene que ser consciente del proceso de transformación y de las exigencias que tras la pandemia se requieren para mejorar la competitividad. Recordando aquel eslógan, ‘no solo camas’, hay que esforzarse para satisfacer las demandas de los visitantes que buscan nuevos alicientes y, sobre todo, mejores prestaciones.

Para acercarnos al ideal del desarrollo de ese modelo turístico sostenible y resiliente, es indispensable hacer uso de las ayudas europeos. No es ‘café para todos’ –volviendo a otra popular frase del pasado- sino recursos que tienen una finalidad muy clara y que tanto las administraciones públicas como la iniciativa privada, aquellas que en adecuadas condiciones, están llamadas a aprovechar, acreditando por una vez su madurez y la consciencia de la situación en que nos encontramos.


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