La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ha
dado a conocer en su informe anual de 2021 que la facturación creció el 5,6 % respecto
al año anterior, hasta alcanzar los dos mil quinientos setenta y seis millones
de euros. Este
incremento, que en el ejercicio anterior fue del 2,4 %, representa “el mayor de
lo que llevamos de siglo” y se debe a que el número de ejemplares vendidos
aumentó el 5,9 %, hasta los 174,10 millones.
Si las cifras son indicativas
de que estamos leyendo más, estupendo. Si representan una demanda mayor de
ediciones o publicaciones, estamos, sin duda, ante un fenómeno rompedor que se
agradece. Tras la pandemia, se ha despertado este interés que refleja, cuando
menos, unas tendencias que siempre hablan a favor de una sociedad que parecía
-y parece- dominada por el audiovisual.
El presidente de la FGEE,
Daniel Fernández, pese a todo, ha advertido de la necesidad de recuperar “las
cifras del mercado exterior que aún siguen afectadas por lo ocurrido estos dos
años pasados”. Y a la hora de desglosar
resultados y porcentajes, en el informe se consigna que el más llamativo lo
aporta las ventas del libro infantil y juvenil, que subió el 17,8 %, hasta
conseguir 432,24 millones de euros. Fernández no dudó en calificar los números
como muy positivos, apoyándose en otros resultados, como por ejemplo el total
de títulos editados, que se situó en
79.373 (55.197 en papel y 24.176
en digital), un aumento del 6,4 % (8,9 % en papel y 1,2 % en digital). La tirada media apenas se
movió (0,4 %) con 3.590 ejemplares por título. El precio medio de los libros en
2021 fue de 13,97 euros.
El libro digital incrementó su facturación en un 6,8%, hasta los 134,79 millones, lo que representa el 5,2 % de las ventas totales. El número de descargas/ventas ascendió a 13,49 millones (1,7 % más respecto a 2020) y los títulos comercializados en soporte digital llegaron a 186.887. Por materias, la facturación de libros de no ficción sigue en cabeza, con el 60 % del total, seguido del género infantil y juvenil, que creció el 17,8 %.
Según el informe de la FGEE, no hay cambios en cuanto a donde compran los españoles los libros: librerías y cadenas de librerías representan el 53,8 %. Las librerías facturaron en 2021 un total de 900 millones, el 8,2 % más que el ejercicio anterior. Las ventas de libros por internet en formato papel se incrementaron un 23,9 %, con una facturación de 51 millones, 10 más que en 2020, aunque solo supusieron el 2 % del total.
Sobre el punto negro que
señalaba Fernández, las exportaciones “sufrieron un ligero decrecimiento del
0,7 %, hasta los 388,91 millones” (en 2020 fueron 391,76), producido por “las
menores exportaciones del sector gráfico (de 51,8 millones a 43,88), ya que el
sector editorial sí incrementó sus exportaciones”, de 340,57 millones en 2020 a
345,03 en 2021 (1,3 %). Las importaciones también descendieron, hasta los
105,86 millones, lo que deja un saldo positivo de la balanza comercial de
283,05 millones, 32,21 más en 2020. Unas caídas propiciadas por las
restricciones que hubo de personas y mercancías.
Por zonas geográficas,
Iberoamérica continúa como principal mercado de las exportaciones españolas. En
2021 la cifra fue de 180,66 millones, un 2,07 % menos que en 2020. El sector
exportó a Europa por valor de 136,35 millones, un 8,54% más. Por países, México
se mantiene como primer destino de las exportaciones españolas con 62,9
millones, si bien se registró una caída de 13 millones con respecto a 2020. Le
sigue muy de cerca Francia, con 61,52 millones, que en este caso se incrementó
en 19 millones.
Este Informe del Comercio Interior del Libro, respaldado
por el Ministerio de Cultura y Deporte, subraya que las ventas subieron en casi
todos los subsectores, excepto en los libros de texto, que cayó el 3,8 %, lo
que se justifica en que “2021 fue un año de transición a una nueva ley
educativa, la Lomloe, lo que hizo que muchas comunidades autónomas con modelos
de ayudas a las familias por sistema de préstamo decidieran no renovar los libros
correspondientes por haber cumplido los períodos de vigencia”. Al gran
crecimiento reseñado de la facturación infantil y juvenil le siguió la ficción
de adultos (8,2 %), con unas ventas de 548,90 millones. Los libros de no
ficción incrementaron sus ventas un 7,7 %, hasta los 770,92 millones, y la
parte de cómics, tebeos y novelas gráficas creció un 6,7%.
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