A pesar de la inflación y de las
incertidumbres que se han generado con la guerra en Ucrania y en el marco de la
política europea sobre tipos de interés y otras variables, todo da a entender
que la economía canaria, si se mantiene la buena evolución del sector
turístico, continuará hasta finales de año por la senda del crecimiento de modo
que estaría por encima del estatal.
No es para lanzar cohetes y seguro
que no se trata de una situación óptima pero parece el momento apropiado para
implementar políticas que favorezcan la recuperación y se extiendan entre
personas que las necesitan y se beneficien de las tendencias de mejoría que han
constatado los responsables de la consejería de Economía, Conocimiento y Empleo
del Gobierno de Canarias que calculan que el Producto Interior Bruto (PIB) de
las islas se incrementará un 6,3 % con respecto a 2021, en torno a dos puntos
porcentuales más que la media del Estado.
El viceconsejero de Economía a
Internacionalización el ejecutivo autónomo, Blas Acosta, se ha mostrado
moderadamente optimista sobre el particular, basándose en que la media del
crecimiento del PIB en el ámbito canario se situó en el 12,2 %, casi el do ble
del estatal. Acosta explicó que la estructura económica de Canarias, muy
dependiente del Turismo, hizo que fuese la comunidad autónoma con mayor caída
en el año de los confinamientos y cierres de frontera, “pero esa misma
característica, con un sector turístico que ahora se acercará a niveles de
2019, unida al efecto de venir de un descenso mayor que los demás, hace que, en
porcentaje, nuestro crecimiento se prevea significativamente mayor”.
Según dio a
conocer el departamento económico del Gobierno de Canarias, las previsiones
arrancan de un análisis previo de la evolución registrada en el primer semestre
del año, con indicadores positivos en casi todas las áreas, que consolidan la
recuperación ya observada a partir del segundo trimestre de 2021. Así, la
demanda eléctrica mantiene su tendencia al alza, a pesar de que es uno de los
sectores más inflacionistas, lo que indica que la actividad económica sigue
aumentando pese a la inflación. Por otro lado, hasta mayo de este año entraron
en Canarias 5.560.053 turistas, lo que supone ‘solo’ un 13% menos que en el
mismo periodo de 2019 y las previsiones de ocupación indican que se alcanzará
el 71,5% de ocupación de la capacidad alojativa hotelera total en el tercer
trimestre del año, que es una cifra ya muy parecida a la de 2019. “Y más
importante que el volumen de turistas es el gasto que realizan,” -matizó Acosta-
“que en el primer trimestre del año ya fue un 3,5% superior al del mismo
periodo de 2019”.
Como indicador negativo, Blas Acosta señaló la “fuerte escalada de precios, que tiene una incidencia mundial y eso aporta dosis de incertidumbre muy altas, que fuerzan a ser cautos en las previsiones y plantear diferentes escenarios, en función de los múltiples factores que entran en juego, como la política monetaria, la evolución de la guerra en Ucrania, la evolución del suministro energético y sobre todo del gas ruso hacia los países que son los principales emisores de turistas hacia Canarias”.
Según la última actualización de las previsiones económicas de la viceconsejería de Economía e Internacionalización, los escenarios muestran un rango de crecimiento del PIB canario en 2022 de entre un 3,9 % y un 8,8 %, y entre un 3,6 % y un 5,4 % en 2023, de manera que, en un escenario optimista, las islas ya rozarían en 2023 el nivel de PIB de 2019, mientras que, en el pesimista, esa cifra no se lograría hasta más de dos años después.
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