miércoles, 11 de septiembre de 2024

Gestión del sector turístico

 

Un balance antes de datos no es un balance. Como mucho, un análisis de tendencias. A estas alturas, ello debían saberlo sobre todo quienes son dados a comparecer ante los medios –principalmente los preferidos, los que no plantean cuestiones incómodas- en ese afán que ya es una lucha por ocupar espacio, tratar de justificar que se trabaja en los cometidos asignados, tener un mínimo sello propio y desmarcarse de lo que hacen los socios (en caso de coalición gubernamental).

Alguien, más fácilmente, despacharía diciendo que se han acabado las vacaciones, se reanuda la actividad posveraniega, o sea, volver al despacho y hay que hacer ruido, que se note que hemos vuelto. El ciclo se va cumpliendo. Todo en su sitio. La normalidad política.

Lo malo es cuando se reconoce, por ejemplo en turismo, que la bonanza actual deviene de la tendencia anterior o sea, que no hay más remedio que ceñirse a seguir la corriente. No es nuevo que Tenerife y Canarias demuestren sus capacidades en la gestión del sector. Claro que, a veces, sobran grandilocuencias en ese sentido.

Y es que, efectivamente, en lo que a Tenerife respecta, no se está trabajando en mejorar el nivel de gasto: estaremos, en todo caso, incidiendo en mejorar el tipo de turista que nos visita.

Y sobre otras cuestiones, algunas apremiantes, como la vivienda vacacional, la obsolescencia de infraestructuras, los dotaciones insuficientes, la mejora de condiciones laborales o profesionales, si se repasan bien algunas declaraciones aludidas en el primer párrafo, se echa un brindis al sol, apenas se concreta, y cuestión zanjada: hasta la próxima comparecencia, que ya dispondremos de algunas estadísticas, algunos gráficos y un par de informes técnicos –probablemente encargados ad hoc- para comentarlos y despacharlos. Evaluación positiva, naturalmente.

Hablar para decir lo mismo que se sabe o no decir nada. Está montado así y no hay que descubrir nada. Sin novedad, señora baronesa. Seguir la corriente. Para no dejarse llevar, hay que poner cierta originalidad, concertar acciones y programas, involucrar a los agentes del sector –sobre todo, a los que trabajan a pie de departamentos-, cualificar las prestaciones y renovar adecuadamente las iniciativas y presencias promocionales. Con eso, podrán elaborar un balance.¿No creen?

No hay comentarios: