lunes, 30 de septiembre de 2024

Nuevas fuentes de información

 

El dato es revelador y lo hemos extraído del informe titulado Desinformación y discursos de odio en el entorno digital, publicado días pasados por la organización ‘Save the children’. Es el siguiente: el 72 % de los adolescentes mayores de catorce años prefiere acudir a un familiar a un amigo para informarse sobre lo que sucede a su alrededor, antes que consumir los medios convencionales. El complementario: el 60 % prefiere informarse en redes sociales. La radio y los medios impresos son quienes están en la cola de estas preferencias.

Para llegar a estas conclusiones, Save The Children se basó en una encuesta a 3.315 adolescentes de a partir de 14 años en España y cinco grupos de discusión formados por 27 niños, niñas y adolescentes, con representación de edades de 10 a 17 años.

La coautora del informe y responsable de Políticas de infancia de la citada organización, Carmela Del Moral, explicó, interpretando las estadísticas, que acudir a una persona cercana para informarse puede tener efectos positivos o negativos. Si el adolescente acude a alguien “con conocimiento, que contrasta la información y tiene visión crítica, puede ser una buena fuente”, dice. Sin embargo, “si nos encontramos con un entorno que recibe la información de la misma manera [por redes sociales] y con pocas herramientas de contraste, puede ser un problema”, agrega.

Esta última situación puede ser una cadena de desinformación. Por ejemplo, un adolescente que le consulta a un compañero que, a su vez, se informa solo por redes sociales y así sucesivamente. Esto puede suscitar una dificultad, explica Del Moral, teniendo en cuenta que uno de cada cuatro encuestados no contrasta una información aunque sospeche que es falsa. Y, el 68,6% cree que las redes sociales y los creadores de contenido, como youtubers, tiktokers o streamers, pueden ser confiables.

No es que esté mal que se informen por redes, porque es normal, el problema es cuando existe información falsa y los adolescentes no son capaces de contrastarla”, sostiene Del Moral. Internet y las redes sociales se convierten así en un arma de doble filo, ya que abundan los contenidos falsos y los discursos de odio, indica el informe. Precisamente estos contenidos son especialmente preocupantes porque existe una dificultad para contrastarlos y desactivarlos con datos o información real. “Un 40 % de adolescentes no siempre sabe identificar noticias falsas, por lo que muchas veces, valida este discurso”, sostiene la experta.

Y es que los últimos dos informes del Instituto Reuters, Digital News Report, confirman esta tendencia en la audiencia joven: las redes sociales están ocupando el lugar de los medios tradicionales como fuentes primarias de información. La razón, según publica Francesca Raffo en El País, es que les resulta difícil entender el lenguaje que usan los medios tradicionales y su forma de contar las historias. Señaló que el 39 % de jóvenes entre 18 y 24 años utilizan las redes sociales como su principal fuente de noticias. Además, el público presta más atención a los famosos e influencers que a los periodistas, aunque esté relacionado a una noticia, en las redes sociales como TikTok o Instagram.

Raffo señala que los encuestados aseguraron estar inmersos en contenidos que promueven estereotipos relacionados con la raza y la sexualidad. Muchos de los mensajes en las redes tienen un tono agresivo y desafiante. En conclusión, son discursos que refuerzan posiciones machistas, racistas y homófobas.



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