martes, 6 de noviembre de 2018

HUELEN PEOR

Coincidió la dimisión del órgano de dirección del Partido Popular (PP) de María Dolores de Cospedal con la emisión de la producción de La Sexta, titulada El hombre de las mil caras, referida a la vida, obra y milagros de aquel policía llamado Francisco Paesa de quien se llegó a decir que pagó su propia esquela sin estar probado que hubiera fallecido. Eran los años en que Felipe González presidente hubo de encarar las vergonzantes circunstancias del caso Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil.
Pura casualidad que ha servido para acercarnos o para imaginar cómo funcionan las cloacas del Estado, por donde fluye, sobre todo, la falta de escrúpulos.
Las conversaciones telefónicas entre Cospedal, su marido y el ex policía José Manuel Villarejo alcanzan tal nivel de obscenidad que cada fragmento publicitado desborda el asombro. No hay límites en las tramas y en las finalidades de éstas. Las evidencias de chantaje son claras. De hecho, hasta podría interpretarse que la difusión del contenido de las grabaciones es otro instrumento de la operación, máxime si se trata de apretar para salvarse. Eriza saber que aún quedan más conversaciones y que puede haber más implicados. Por las cloacas circula cualquier detritus. Ya puestos, extorsiona -esto es lo que parece hacer Villarejo- como puedas.
No debería valer todo pero el problema es el daño que se causa a la democracia y al prestigio de las instituciones. Y al sistema de partidos. La utilización de métodos sórdidos para enfangar es la peor de las opciones, sobre todo en momentos como los que vive el país, con un Gobierno frágil, con incertidumbres presupuestarias y con una fractura como la de Catalunya de imprevisible final.
Por eso, están por ver las repercusiones políticas de la dimisión de María Dolores de Cospedal. El error de haberse reunido con él resulta evidente. De momento, Pablo Casado parece desmarcarse. Tendrán que lidiar con la permanencia en el escaño de la ex ministra.
Uf! Vaya embrollo. Lo cierto es que las cloacas cada vez huelen peor.

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