Cuando
en el ámbito internacional la política depara una de sus situaciones
paradójicas que sustancia la tragicomedia, no se puede por menos que
esbozar una gesto de incomprensión.
Resulta
que Venezuela ganó días pasados un asiento en el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, una victoria celebrada por todo lo alto
en Caracas, “día histórico” como manifestó el embajador
venezolano ante la Organización de las Naciones Unidad Samuel
Moncada. El aislamiento del régimen 'chavomadurista' explica esa
euforia.
La
reacción de Estados Unidos no es menos llamativa: califica la
elección como “una vergüenza para Naciones Unidas y una tragedia
para los venezolanos”. Da por roto el Consejo de Derechos Humanos.
Las
críticas a la candidatura venezolana no han llegado únicamente
desde Gobiernos críticos con el chavismo, sino también desde
organizaciones no gubernamentales que se especializan en los derechos
humanos. "¿Qué dice sobre el mundo en el que vivimos que una
mayoría de países hoy en la ONU hayan votado para el Consejo de
Derechos Humanos en favor del abusivo gobierno de Venezuela cuando
tenían otra opción?", llegó a preguntarse el responsable de
Human Rights Watch (HRW), Philippe Bolopion, quien luego afirmaría
que “la elección de Venezuela es un insulto a las víctimas de
abusos en todo el mundo”.
Bueno,
pues mientras en Venezuela se festejaba, en otros países han
circulado unas imágenes, tomadas por los propios servicios de
inteligencia venezolanos, que revelan la última de las modalidades
de tortura: los presos o retenidos, desnudos boca abajo en el piso
inmundo de una celda o similar, mientras que sobre el dorso de sus
cuerpos y extremidades, se libra una contienda de gallos de pelea,
con espuelas se supone que debidamente preparadas. De fondo se
escuchan voces entre insultos y vejaciones. Algo cruel, durísimo,
una forma de torturar que ni los servicios secretos judíos
imaginaron. Se desconoce la eficacia del método pero mera diversión
no parecía.
Y
esa es la situación: si los derechos humanos se defienden ahora con
estas vilezas, poca credibilidad van a ganar.
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