Ha
armado la de Dios es Cristo el ministro de Consumo, Alberto Garzón,
al tratar de justificar, en el curso de una comparecencia
parlamentaria, que el turismo no es un sector estratégico en nuestro
país. Aún en el supuesto de que tuviera razón, escogió el momento
menos apropiado para lanzar una afirmación que solo podía generar
rechazo, especialmente en el sector, algunos de cuyos más
significados dirigentes y otros foros especializados se han lanzado
sin reservas a desautorizarle, cuando no a pedir abiertamente su
dimisión.
Infortunado,
pues, el ministro. Recordamos en cierta ocasión a Alfredo Pérez
Rubalcaba, siendo ministro de la Presidencia, cuando en una reunión
en Moncloa con asesores y directores de comunicación, dijo que un
ministro puede hablar de lo que se le antojase “pero debe tener
cuidado con aquellos asuntos que no son de su competencia”. Claro,
porque suceden cosas como la que comentamos. Todos podemos tener un
mal día pero cuando se expresan criterios que reflejan, cuando
menos, falta de empatía y hasta de conocimiento de un sector
productivo al que está atribuyendo determinadas deficiencias, el
patinazo es de lo que hacen época. Aplicando la recomendación de
Rubalcaba, se metió en corral ajeno sin ir debidamente pertrechado:
la conclusión es que sale estigmatizado. Repetimos: en un muy mal
momento.
Claro,
porque el turismo intenta timonear la situación y buscar caminos que
alumbren cómo será su actividad futura. Es consciente de que ha
llegado un momento de sensibles y sustanciosos cambios. De hecho,
intenta experimentarlos, quedando a la espera de resultados para
contrastar los nuevos pliegues del negocio y avanzar en busca de
ofertas diferenciadas y productos competitivos. En esas estaba –y
está- el turismo cuando el ministro Garzón se descuelga con que no
tiene valor añadido, que es estacional y precario. La relativa razón
que pudiera asistirle se diluye al perder sentido de globalidad. Que
alguien le diga al ministro que se equivoca en lo de la
estacionalidad, al menos en Canarias. Aquí los hoteles no están
seis meses abiertos y los otros seis del año, cerrados. Podrá
aceptarse una situación de debilidad estructural, pero no global,
contra la que debe luchar el propio sector alojativo, precisamente
para afrontar situaciones como la que se está registrando.
Lógicamente,
sus manifestaciones se han dado de bruces con ese sector acostumbrado
a récords y vacas gordas, de dudosa correspondencia con avances y
mejoras en otros apartados. Pero ese es otro debate. Ahora se trata
de un impacto procedente de un miembro del Gobierno, recibido cuando
algunos siguen empeñados en salvar, siquiera parcialmente, la
temporada veraniega. No es de extrañar que la Mesa del Turismo,
encabezada por Joan Molas, considerado como una autoridad cualificada
del sector, haya pedido una rectificación o la dimisión del
ministro. Molas no soporta que “se hable con tanto desprecio de
un sector que lidera el ‘ranking’ mundial de competitividad
turística, según el Foro Económico Mundial”. El propio Molas,
gran conocedor del tejido turístico canario, lamenta que estas
manifestaciones de Garzón se contrapongan a las “extraordinariamente
fluidas relaciones” que el sector mantiene con el ministerio de
Turismo, Industria y Comercio y en concreto con su titular Reyes
Maroto, por lo que no se privó de sugerir al presidente Sánchez que
“ponga orden en su gabinete”.
El
caso es que cuando el turismo necesita estímulos y apoyo para
innovar y refrescar sus aspiraciones así como para formar parte
activa de los planes de reconstrucción, el ministro Garzón, aparte
de quedar descolocado, le ha echado un jarro de agua fría, además
de haber propiciado un enfrentamiento que no es precisamente lo que
el Gobierno necesita. Ya saben: jardines, los justos. Que Rubalcaba
no hablaba a humo de pajas.
Día 61 de la alarma
Una
nube, porque no debió ser más, descargó y mojó el entorno
mañanero. El día se presenta desapacible. Pero eso no obsta para
que desde temprano veamos gente en las calles, a su ritmo, a su aire,
sin prisas, que esa parece ser otra de las pautas ganadas durante la
pandemia. Ángeles Álamo agradece la mención y comunica que pronto
reabrirá el quiosco de lotería, debajo de casa, por donde respiraba
el viejo espíritu de conversaciones interminables en la plaza, un
auténtico mentidero.
Hay
cifras que llaman la atención. Por ejemplo, más de cincuenta mil
sanitarios afectados en España. O las quinientas cuarenta y cinco
detenciones y cincuenta y tres mil ochocientas cincuenta y cuatro
denuncias (propuestas de sanción) registradas en Canarias durante el
estado de alarma. El esfuerzo y la entrega de los profesionales en
hospitales y centros de atención ha sido enorme. El paso del tiempo
nos permitirá apreciarlo aún más. Y en cuanto a la
irresponsabilidad transgresora, qué decir: siempre habrá gente que
se salte normas y ponga en riesgo el trabajo y la salud de los demás,
echando a perder el respeto cívico de la mayoría. Cuando cuentan
que desde algún núcleo irreverente de opinión se invita a una
suerte de rebelión, a no hacer caso de lo que determinan las
autoridades, a hacer lo que les venga en suerte, por no decir lo que
dé la gana, no se puede por menos que pensar en qué manos estamos.
Conversación
radiofónica con Miguel Ángel González Suárez, que es presidente
de la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de
Turismo (FIJET) y director de la
10 Capital Radio.
Un repaso a la actualidad y una parada en el turismo del presente y
del futuro. Las respuestas de la Comisión Europea (CE) a los
problemas de la movilidad parecen insuficientes: si las aerolíneas
fijan posición con respecto a la ocupación y los diseños en
cabina, todo se complica. La mascarilla, lo único seguro y
obligatorio. Habrá que seguir atentamente las respuestas que se
vayan dando desde distintos sectores. Para los destinos turísticos,
desde luego, es una complicación.
El
presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, afronta
de lleno el propósito de contar con un proyecto de reconstrucción
social y económica para las islas. Busca el consenso y el apoyo. La
respuesta inicial de empresarios y sindicatos, con quienes se reunió
primero, fue positiva. Lo que va trascendiendo de la sesión
mantenida con los portavoces de los grupos parlamentarios y los
dirigentes de la Federación Canaria de Municipios (FECAM) es que
habrá discrepancias. Ya las ha avanzado el Partido Popular (PP), que
presenta ciento cincuenta propuestas y muchas dudas sobre la
financiación. Tantas, que su portavoz, María Australia Navarro,
anuncia la negativa si no se dan garantías de financiación por
parte del Gobierno del Estado. Habrá negociaciones con el ministerio
de Hacienda, claro. De hecho, están en marcha, con la propuestas
canarias relativas al reparto del fondo estatal de dieciséis mil
millones de euros para distribuir entre las comunidades autónomas y
a la autorización tanto del uso del superávit autonómico como de
posibles endeudamientos.
Es
el tercer día consecutivo sin fallecidos en las islas a causa de la
COVID-19, si bien el Servicio Canario de la Salud detecta hasta
doscientos casos sospechosos con el nuevo protocolo de Sanidad. O
sea, que los peligros siguen latentes. El virus se resiste, el muy
maligno. Es el que resiste.
Mientras
tanto, a preparar el próximo curso escolar. Autoridades,
responsables y agentes sociales ya están en ello. A ver si no hay
más complicaciones de las vividas en otros tiempos, cuando el virus
no habitaba entre nosotros y no habíamos palpado sus devastadores
efectos.
1 comentario:
SE dice que "rectificar es de sabios". Espero que el Sr. Garzón tenga la suficiente sabiduría y talante para hacerlo.
En cuanto a lo de saltarse las normas, aunque es una minoría, esa minoría puede provocar un rebrote, lo que está sucediendo en Alemania o Corea, y eso que no son, precisamente "incumplidores".
Crucemos los dedos.
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