El Partido
Popular (PP) marea la perdiz y sigue despejando a córner en la duda que le
asiste con la distribución solidaria de los menores no acompañados llegados a
Canarias entre los contingentes de ciudadanos africanos y asiáticos llegados a
las islas por vía marítima. Sorprende que en el discurso monocorde del
presidente de la formación, Núñez Feijóo, plagado de bulos indemostrables en
una reciente entrevista radiofónica, no
haya una concesión más generosa a la solidaridad. Sigan deshojando la
margarita, no hay problema, que para eso el presidente Clavijo acepta y
continúa con su postura respetuosa y tolerante. La comodidad y la confianza de
la alianza, dicen.
Pero hay
otra prueba flagrante de insolidaridad e inhibición. Se trata de algunos
dirigentes del partido secesionista catalán Junts, que tampoco quiere más
menores no acompañados en su comunidad. Dicen –y así recoge en alguna
información periodística- que para ello están dispuestos a votar en contra del
Gobierno de Pedro Sánchez, al que apoya con siete votos, a este paso los más
caros de la historia democrática española. En una muestra más de su solidaridad con el resto de
comunidades, el partido del ínclito Carles Puigdemont ha exigido al Gobierno
eximir a Catalunya de la obligación de acoger menores emigrantes no acompañados
(los llamados menas), o de lo contrario votará ‘no’ a la reforma de la Ley de
Extranjería.
En otras
palabras, una edición ampliada de la conocida ‘Ley del embudo’, o sea, lo ancho
para ustedes, que los demás tienen que pasar por el filtro o por el tubo
canalizador. Sigan los catalanes así, ganándose la simpatía y la comprensión
del resto de españoles con posturas maximalistas e insolidarias –antes era con
las preferencias futbolísticas o deportivas, ¡qué tiempos!- las cuales solo
generan rechazo e incomprensión, materia prima de la insolidaridad y la
xenofobia. ¿Es así como los catalanes quieren ser independientes?, perdonen que
preguntemos. Sigan así, que algún día saldrá el sol por Antequera. ¿Es así como
quieren batirse en los vericuetos del Derecho Internacional? ¿O esto solo es
válido para la apertura de embajadas y sedes de la Generalitat en distintas
partes del mundo, pagadas, eso si, por el Estado español?
Tanto clamar contra la ultraderecha y el racismo
para luego encontrarnos con estas posturas que resultan increíbles en un pueblo
(mejor dicho, en unos dirigentes) que ha dado ejemplos de tolerancia y de
pluralismo avanzado democrático y cultural. Junts –informa Enrique Martínez en elDiario.es-
se escuda en que está negociando con el Gobierno el traspaso a la
administración catalana de las competencias en materia de inmigración y, por
tanto, no pueden aceptar una norma que les obligaría a acoger un determinado
número de menas. El PSOE pactó con aquella formación nacionalista darle
inmigración a cambio de su voto a favor en tres decretos del Gobierno pero este
traspaso luego fue matizado porque materias como la inmigración o el control de
fronteras sólo puede ejercerlas el Estado.
El partido
de Puigdemont –añade Martínez- plantea que la reforma de la Ley de Extra
jeríaincluya una disposición adicional que excluya a Catalunya expresamente de
la obligatoriedad de acoger a un cupo determinado de menas. Desde Junts
aseguran entender la complicada situación que vive Canarias en materia de
inmigración, pero recalcan que Catalunya también tiene que hacer frente a este
problema.
1 comentario:
Es una vergüenza la actitud de VOX y Juns son insolidarios que están apoyando a los dos principales partidos de España que son incapaces de ponerse de acuerdo. Una auténtica pena tanto para este problema como para la mayoría de los que tenemos.
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