Ha sido el mismísimo Antonio Guterres,
secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el que ha ha
explicado el alcance de los “principios esenciales para la integridad de la
información”, orientados a combatir la desinformación en internet.
Se trata de un breve conjunto de
directrices con las que se pretende “fomentar un ecosistema informativo más
humano”. Tales directrices se centrarían en las siguientes cinco áreas:
-Confianza
y resiliencia de la sociedad.
-Medios
de comunicación independientes, libres y plurales.
-Transparencia
e investigación.
-Incentivos
saludables, y
-Capacitación
del público.
Es significativo que sea Guterres el que
se moje y quien destaque la necesidad urgente de que se establezcan principios
básicos para que los derechos humanos, como la libertad de expresión y opinión,
sean respetados. El secretario de la ONU recordó en
una reciente declaración pública que "ninguna sociedad puede ser libre y
justa sin periodistas capaces de investigar las transgresiones, proporcionar
información a los ciudadanos, hacer que los gobernantes rindan cuentas y digan
la verdad al poder", y por ello la prensa libre es esencial para el
desarrollo sostenible y los derechos humanos".
Con motivo del Día Mundial
de la libertad de prensa, el pasado mes de
mayo, Guterres dejó un mensaje contundente: “Sin libertad de prensa, no
tendremos libertad”.
Ya hemos escrito que la información
errónea, la desinformación, los discursos de odio y otros riesgos para el
ecosistema de la información están alimentando conflictos, amenazando la democracia y los derechos
humanos y socavando la salud pública y la acción por el clima. Su
proliferación se ve ahora potenciada por el rápido auge de las tecnologías de
Inteligencia Artificial (IA), de fácil acceso, lo que aumenta la amenaza sobre
algunos grupos que a menudo son objeto de ataques en los espacios de
información, incluidos los niños y las niñas.
"Los Principios Universales de las
Naciones Unidas para la Integridad de la Información tienen como objetivo empoderar a las personas
para que exijan sus derechos", insistió el Secretario
General. "En un momento en el que miles de millones de personas están
expuestas a falsas narrativas, distorsiones y mentiras, estos principios marcan
un claro camino a seguir, firmemente arraigado en los derechos humanos, incluido
el derecho a la libertad de expresión y opinión".
Las
propias misiones, operaciones y prioridades de las Naciones Unidas
se ven comprometidas
por la erosión de la integridad de la información, incluidas las
vitales operaciones de mantenimiento de la paz y los esfuerzos humanitarios. En
una encuesta global realizada al personal de la ONU, el 80 % de las personas
encuestadas afirmó que la información perjudicial las pone en peligro a ellas y
a las comunidades a las que sirven.
El documento dado a
conocer por la ONU se resume de la siguiente manera que, dado su interés,
reproducimos:
·
Los gobiernos, las empresas
tecnológicas, los anunciantes, los medios de comunicación y otras partes
interesadas deben abstenerse de utilizar, apoyar o
amplificar la desinformación y la incitación al odio con cualquier fin.
· Los
gobiernos deben facilitar el acceso oportuno a la información, garantizar
un panorama mediático libre, viable,
independiente y plural, así como garantizar una sólida protección para periodistas, investigadores y sociedad
civil.
· Las
empresas tecnológicas deben garantizar la
seguridad y la privacidad desde el diseño en todos sus productos,
junto con una aplicación coherente de las políticas y los recursos en todos los
países e idiomas, con especial atención a las necesidades de los grupos que a
menudo son objeto de ataques en línea. Deben mejorar la respuesta y tomar
medidas para apoyar la integridad de la información durante las elecciones.
· Todas
las partes implicadas en el desarrollo de tecnologías de Inteligencia
Artificial (IA) deben tomar medidas urgentes, inmediatas, inclusivas y
transparentes para garantizar que todas las
aplicaciones de IA se diseñen, implementen y utilicen de forma segura,
responsable y ética, y que respeten los derechos humanos.
· Las
empresas tecnológicas deben desarrollar modelos
de negocio que no dependan de la publicidad programática y que no
prioricen el compromiso por encima de los derechos humanos, la privacidad y la
seguridad, permitiendo a las y los usuarios una mayor capacidad de elección y
control sobre su experiencia en línea y sus datos personales.
· Los
anunciantes deben exigir transparencia en los
procesos de publicidad digital del sector tecnológico para ayudar a
garantizar que los presupuestos publicitarios no financien inadvertidamente la
desinformación o el odio ni socaven los derechos humanos.
· Las
empresas tecnológicas y los desarrolladores de Inteligencia Artificial deben
garantizar una transparencia significativa y permitir
a investigadores y académicos el acceso a los datos respetando la
privacidad de usuarios; encargar auditorías
independientes disponibles públicamente y codesarrollar
marcos de responsabilidad para la industria.
·
Los gobiernos, las empresas
tecnológicas, los desarrolladores de IA y los anunciantes deberían tomar
medidas especiales para proteger y empoderar a
las infancias, y los gobiernos deben proporcionar recursos a los padres,
tutores y educadores.
Antonio Guterres, sobre
este importante asunto, concluyó con un mensaje de ánimo: “La ONU escucha sus
peticiones de orientación y apoyo. No se desanimen: alcen la voz. Exijan responsabilidad,
exijan opciones, exijan control. Ustedes son la mayoría. Y ésta
es una lucha que podemos ganar juntos”.
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