martes, 17 de diciembre de 2024

Empleos, sí; viviendas, no

La Cámara de Comercio de Gran Canaria y la Asociación Excelcan, según publica la edición digital de preferente.com, lamentan que la creciente demanda de servicios en las islas no provoque una respuesta en el mercado laboral. El año 2024 se cerrará con más de 17,7 millones de turistas, 1,5 más que en 2023. Asimismo, el impacto económico será de veintidós mil millones de euros, pero -aunque parezca increíble- las empresas no encuentran personal en las islas. El turismo en Canarias es un sector de éxito, pero no consigue un efecto llamada en el mercado laboral. 

Los datos los aporta en la citada publicación Juan Mestre. Efectivamente, resulta difícil de entender que en una comunidad donde se registra una tasa de desempleo del 14 % existan setenta mil vacantes laborales en el sector turístico. Si se cubriesen todos las puestos de trabajo disponibles, el paro en Canarias se reduciría a la mitad, pero la comunidad autónoma padece un problema social, sobre todo por la falta de vivienda, que está provocando que los residentes prefieran cobrar un subsidio o eligen otros sectores en lugar de realizar largos traslados y trabajar en los hoteles.  

El presidente de Excelcan, Santiago de Armas, considera que muchos trabajadores enfrentan largas jornadas de desplazamiento debido a la escasez de servicios básicos y vivienda accesible cerca de sus lugares de trabajo. En este contexto resulta muy complicado atraer y retener talento.

Por su parte, José Miguel González, director de Corporación Cinco, ha manifestado que la solución a los problemas que se viven en Canarias pasa por una mayor inversión en formación y políticas activas de empleo. “La especialización productiva no debe entenderse como un monocultivo; se pueden generar sinergias con otros ámbitos sin menospreciar al turismo”, avisa.

El sector turístico también reclama mayor intervención pública para solucionar problemas estructurales como la regulación del alquiler vacacional porque, denuncia, "se ha desmadrado". Muchas zonas se han convertido en ciudades turísticas y de momento no se han aplicado soluciones para revertir la situación. 

La información de preferente.com detalla que durante los últimos meses se han hecho públicos muchos testimonios de trabajadores que no se sienten ninguna motivación para trabajar en el sector turístico. Alegan que deben pasarse horas en las carreteras por sueldos y horarios que no les compensan. Alquilar un piso en una zona turística es una quimera. Los precios no bajan de los 900 euros al mes mientras los sueldos difícilmente superan de media los 1.500 euros netos. 

La situación empeora cuando los trabajadores deben hacer turnos partidos. Las jornadas se eternizan y los empleados de hoteles tienen pocas opciones para descansar mientras esperan reiniciar su turno. Mientras, los sindicatos han iniciado movilizaciones para mejorar un convenio colectivo que está en vigor para dos temporadas más. Las centrales sindicales exigen a las empresas hoteleras que repartan con sus trabajadores parte de los beneficios obtenidos durante los últimos años.

En este difícil contexto, las instituciones tampoco parecen estar a las alturas de las circunstancias. Ni han sabido regular la problemática de los pisos turísticos ni tienen unas infraestructuras a la altura de un destino turístico top como es Canarias. Mientras siguen discutiendo sobre si aplican o no una ecotasa como la de Baleares, los ciudadanos denuncian que los servicios públicos no están al nivel que merecen los ciudadanos. 

Las setenta mil plazas vacantes en el sector turístico podría ser un buen reclamo para trabajadores que no tienen empleo de otras regiones españolas o incluso del extranjero, pero cuando llegan a Canarias se encuentran con el problema que azota a la economía isleña desde hace unos años: hay empleos pero no viviendas, concluye Mestre. 



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