“Es el momento de dar un paso a un lado y dejar que la renovación y el cambio sigan impulsando el proyecto del PSOE en nuestro municipio”, ha dicho Manuel González Álvarez, secretario general de los socialistas de La Orotava y portavoz del Grupo Municipal, en el momento de anunciar su retirada de la política.
Quienes llevan en la política activa muchos años, saben que ese momento, el de la retirada, hay que saber escogerlo. Y que depende de la propia voluntad, en primer lugar. Manolo es una de esas personas, activa y comprometida, a la que no arrugaron adversos resultados electorales cosechados de forma consecutiva, es decir, las mayorías absolutas encabezadas por Isaac Valencia y luego por Francisco Linares, primero con la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI y luego con Coalición Canaria (CC).
Él siguió, erre que erre, tratando de fraguar alternativas y aportando seriedad política a los debates de loa asuntos villeros y de otros ámbitos. Fue candidato a la alcaldía en cuatro convocatorias y es ahora cuando ha decidido dejar paso a otra persona que encarne los propósitos de los socialistas villeros de no resignarse a ser oposición perpetua.
Se va para facilitar ese proceso de renovación, es decir, con tiempo y con la predisposiciòn adecuada para aglutinar afanes y transmitir que las exigencias de la política se han de corresponder con sustrato ideológico y dedicación sin reservas. No parece que estén los tiempos para embarcarse en complejos procesos de división interna, aunque siempre son saludables el pluralismo y la diversidad para fortalecer el funcionamiento democrático de los partidos.
Manolo González, que también ejerció como viceconsejero de Relaciones con el Parlamento de, Participación Ciudadana y Juventud en el mandato 2011-2015 de la mano de Francisco Hernández Spínola, ha sido un ejemplar servidor público en las tareas institucionales. De sólida formación intelectual –es profesor de Enseñanza Secundaria y amante de la música coral, no en vano ha participado regularmente en agrupaciones del género-, destacó siempre por la mesura y la templanza de sus juicios y apreciaciones, cualidades que también lució en las siempre controvertidas tareas orgánicas, donde hay que lidiar con no pocas dimensiones humanas y otros heterogéneos factores que terminan complicando las relaciones. A lo largo de su trayectoria ha desempeñado, en efecto, diferentes cargos orgánicos: secretario de organización insular, vicesecretario general insular y en la actualidad es el presidente de la Comisión Gestora de Tacoronte que dejará tan pronto como finalice el espinoso proceso de regularización de la agrupación local.
González ha dicho hasta aquí hemos llegado. El tesón y la constancia han sido sus divisas políticas. Cumplidor de sus responsabilidades. Cuando abrazó la causa socialista, sabía que no iba a ser fácil pero jamás se arredró. Probó los sinsabores de la política local, a sabiendas de que cada avance, por mínimo que fuese, resultaba otro paso en la obligatoria labor de persuadir a los vecinos, representarlos y ganárselos con hechos y pruebas, aunque no fuera correspondido. Han sido, en efecto, muchos años de dedicación, de “villerías”, como él mismo denominaba a cuantas críticas, iniciativas y gestiones favorecieran el desarrollo democrático.
Se retira para que otros tomen el testigo de una dedicación respetable que se granjeó el afecto de no pocos ciudadanos. Deja una buena sementera, la que, sin alharacas, cultivan las personas nobles y los políticos comprometidos. Suerte!!
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