Termina el año. Empiezan a proliferar los balances. Los cierres de ejercicios de sectores, empresas y actividades diversas sirven para medir los rendimientos, claro, y establecer las comparaciones procedentes, especialmente con los resultados del año anterior. Pero también son la base de las previsiones, de los cálculos, de las posibilidades y de los propósitos del nuevo ejercicio.
Alguno de
esos balances interesa sobremanera. El que concierne, por ejemplo, a la
actividad vinculada al turismo en nuestra Comunidad Autónoma, presentado hace
pocos días por la organización empresarial Exceltur y la sociedad Turismo de
Canarias. Los datos de la notable reactivación desde el tercer trimestre de
2021 cifraban en nueve mil cuatrocientos veinte millones de euros el Producto
Interior Bruto Turístico (PIB) en el conjunto del año. En números relativos,
estamos ante el 60,4 % de los niveles de ese PIB en 2019 y un 36,8 % por encima
de los contabilizado en 2020. La aludida reactivación viene a probar la
resiliencia del turismo en las islas, primero a una de las olas de la pandemia
en Europa y después, al impacto de la erupción volcánica en La Palma, sin
olvidarnos de una respuesta favorable a la demanda embalsada cuando las
restricciones a la movilidad se relajaron. (La resiliencia, como saben, es
entendida por los investigadores de nuestro tiempo como
un proceso de baño comunitario y cultural, que responde a tres modelos que la
explican: un modelo «compensatorio», otro de «protección» y por último uno de
«desafío». Asimismo,
la resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la
sociedad a pesar de un estrés o de una adversidad que implica normalmente un
grave riesgo de resultados negativos. También se define como un proceso de competitividad donde
la persona debe adaptarse positivamente a las situaciones adversas).
En
cuanto al empleo, el informe revela que su desempeño fue algo mejor que el de
la actividad turística, alcanzando más de ciento noventa y seis mil puestos de
trabajo en 2021 (63,4 % frente a los trescientos diez mil empleos registrados
en 2019), reflejo de la apuesta empresarial por acelerar la recuperación de la
actividad y normalidad en una tesitura de elevada incertidumbre. A pesar de
ello, un 37 % de las personas empleadas en las diferentes ramas de actividad
vinculadas al turismo en las islas seguían afectadas (menor ocupación y
empleados cubiertos por ERTE) en el año 2021, incidiendo en ciento catorce mil empleados
en términos de jornada equivalente año.
La
consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, se mostró
razonablemente optimista al comentar los datos, convencida de que el destino
cerrará el año con una reducción del 4 % en lo que respecta a afluencia de visitantes
pero con una mejora en la facturación estimada en cerca de diecinueve mil
millones de euros, dos mil más que en 2019. Veremos la evolución.
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