Siempre nos quedará Alexis, Alexis Ravelo, el escritor
grancanario, fallecido el pasado mes de enero, cuyas cualidades, creativas y
humanas, fueron reconocidas en la tarde-noche de ayer en el Castillo San Felipe
en el curso de un acto incluido en la programación de la novena edición del
Festival Agatha Christie en el Puerto de la Cruz. Ravelo había enriquecido la
historia de la propia convocatoria con criterios y aportaciones complementarias
de sus obras. Ahora, de haber estado presente, hubiera comprobado lo que se le
quiere, con tanta gente siguiendo su huella impresa, su conducta y su
espontaneidad, acaso en el más joven sector literario y que trascendió la
geografía insular.
Se juntaron en el espacio cultural portuense José Luis Correa,
Javier Rivero, Eduardo García Rojas, Miguel Aguerralde y Juan Cruz Ruiz,
introducidos por Juan José Hernández Melián, presidente del Centro de
Iniciativas y Turismo (CIT), entidad organizadora del festival. Todos
conocieron a Alexis Ravelo y todos ponderaron el talento y la personalidad de
Ravelo.
Correa no pudo evitar emocionarse en sus alusiones a Ravelo.
Profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria, es autor de varias novelas en las que ha dado vida al
detective Ricardo Blanco y uno de los representantes destacados de la
denominada “Generación 21” de nuevos novelistas canarios.
A Eduardo García Rojas le conocen bien los portuenses. Su
presencia activa en el Festival Internacional de Literatura de Viajes y
Aventuras es continuada. En él coincidió con el autor homenajeado. Actual
responsable de la información cultural en Diario de Avisos, es editor del blog
‘El escobillón’, muy frecuentado.
Javier Rivero, ya mostraba desde principios de los noventa su
inclinación por el misterio y lo desconocido. También se expresó en términos
elogiosos sobre Ravelo. Habló de su talento y de su humanismo, de su empatía y
de su capacidad para transmitir ideas y situaciones que le distinguieron en su
creatividad literaria.
Miguel Aguerralde, madrileño, maestro en un colegio de
Lanzarote, donde reside, es autor un gran número de relatos de terror,
incluidos en prestigiosas antologías. “Claro de luna”, su primera novela,
ambientada en Las Palmas de Gran Canaria, gozó de gran aceptación. Desde muy
joven, sintió una poderosa atracción hacia el terror y el suspense que ha ido
plasmando en sus libros.
Y de Juan Cruz Ruiz, el maestro, qué vamos a decir. Siempre
cautiva Juan en sus alardes memorísticos. Y en sus apreciaciones sobre la obra
de un escritor singular como fue Alexis Ravelo.
Todos coincidieron, evocaron anécdotas -con humor y fina ironía,
como gustaba al autor homenajeado- y revelaron los rasgos de un autor esmerado,
sempitermo curioso y respetuoso transgresor, muy propios para seguir leyéndole
con pasión.
En definitiva, un sentido, emotivo y merecido tributo, sin
estridencias ni excesos, muy bien contextualizado en el marco de una
convocatoria que también prolonga la leyenda de Agatha Christie.
“El hombre que siempre tenía la palabra exacta”, sentenció el
maestro, refiriéndose a Ravelo.
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