“La comunicación es algo sagrado, es de las cosas más
lindas que tiene la personas humana y los medios de comunicación tienen una
gran responsabilidad didáctica”, dijo el Papa Francisco en el curso de una
entrevista que concedió hace algún tiempo a la agencia de noticias Télam, la
mayor de Latinoamérica, la segunda más importante en lengua castellana, y hemos
rescatado ahora que el debate sobre el periodismo de nuestros días se intensifica.
El Papa insistió mucho en un mensaje: un medio de
comunicación tiene que estar atento en no caer en la desinformación. “Que la
comunicación no cambie la esencia de una realidad”, declaró en esa confesión
periodística en la que se permitió enumerar “los cuatro pecados capitales del
periodismo”.
·El primero de ellos es la desinformación. “Decir lo que me conviene y
callarme lo otro, no podés desinformar; tenés que informar todo”, explicó.
·El segundo pecado es la
calumnia. “Se inventan cosas, a veces destruyen a una persona con una
comunicación”, apuntó.
·El tercero es la difamación, que no es calumnia, según aclaró. Se
trata de cuando se divulga una postura del pasado de una persona “que quizás
ahora cambió”. “Es como si a vos adulto te trajeran los pañales sucios de
cuando eras chiquito”, ejemplificó.
·El cuarto pecado es la
coprofilia. “Es el amor a la caca, a la porquería,
o sea buscar ensuciar, buscar el escándalo por el escándalo”, manifestó.
“Si vos tenés a los medios de
comunicación que te da la impresión que tienen una metralla en mano para
destruir gente con la selección de la verdad o con la calumnia o con la
difamación o con ensuciarlo, eso nunca hace crecer a un pueblo”, lamentó el Papa.
“Pido mucho que los medios de comunicación tengan esa sana
objetividad, que no quiere decir que sea agua destilada”, es decir, “el hecho
es este y yo pienso así” y que quede claro la diferencia de la opinión y eso es
muy noble”, remarcó y agregó: “Si vos hablás con el programa que te impone tal
partido o movimiento político y sin decir que es eso es innoble, no es de bien
nacido”.
Para Bergoglio, esto crea una cultura de la indiferencia,
del conformismo, del relativismo “que nos daña a todos”, valoró. Y esos son
factores condicionantes que pueden ser muy perniciosos. El Papa interpreta que
“comunicar es involucrarnos”, por lo que hay que ser muy conscientes de lo
importante que es “involucrarnos bien”.
Empezando por diferenciar con claridad información de
opinión. Porque, en efecto, la comunicación no debe cambiar la esencia de una
realidad. Palabra del Papa.
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