El problema
de la ocupación de la vía pública en el Puerto de la Cruz se eterniza. El
gobierno local debe acreditar algo más que la voluntad política de querer
aportar una alternativa seria y sólida que represente, en sí misma, una
solución y satisfaga a la mayoría, aunque son tantos los intereses encontrados
que difícilmente será alcanzada.
Por eso,
habrá que estar expectantes. Se ha sabido que que hay reuniones con
asociaciones empresariales y colectivos vecinales con el fin de intercambiar
información y criterios, primeros pasos de un proceso que resultará muy
complejo. Por eso, lo recomendable es que no se alargue y que no lo dejen para
el último año del mandato, cuando las premuras de todo tipo hará más difícil la
vigencia de las medidas que se adopten.
Volveremos en nuevas entradas. Ahora, según fuentes
próximas a las áreas del Ayuntamiento con competencias (seguridad e industria,
principalmente), se trabaja en la consecución de un doble objetivo: el primero,
a corto plazo, regularizar la situación actual de la ocupación –con muchas
lagunas, incumplimientos y falta de seguimiento- y ultimar la redacción de una
nueva ordenanza.
“Estamos
comprometidos para seguir dando pasos para, en primer lugar, corregir los
incumplimientos que se hayan podido ir dando, en cuanto al mobiliario no
recogido por la actual ordenanza en este proceso de escucha que tiene que
desembocar en una ordenanza que permita tanto la oferta de servicios que tiene
la ciudad como la correcta accesibilidad en las vías públicas de la ciudad”,
dijo el alcalde del municipio, Marco González, al ser consultado al respecto.
Dentro de este margen temporal, también está en marcha un período de información de la situación actual de la normativa en relación a la ocupación de la vía pública, a los diferentes establecimientos comerciales y de restauración de la ciudad, para su correcta regularización y aplicación de dicha normativa.
Para ello, y a través de la Policía Local, se
procederá a rendir visita a los locales que utilizan la vía pública para
ofrecer sus servicios, y de esta manera poner al día la información actualizada
sobre los usos que en vía pública se permiten con la reglamentación en vigor.
“Buscamos la colaboración del amplio sector comercial y de restauración de la
ciudad para aplicar una normativa que permita e impulse la convivencia con la
libre deambulación para la ciudadanía y nuestros visitantes”, subraya el
concejal responsable de Industria, Enrique Moll, al que ha acompañado en los
distintos encuentros el concejal de Comercio, Daniel González.
Este proceso participativo prosigue con la
celebración, este próximo jueves 23, de una asamblea de empresarios no
asociados, para seguir recabando más propuestas que hagan de la nueva ordenanza
una garantía para avanzar en el bienestar de la sociedad portuense, que recoja
todos los compromisos necesarios para propiciar la convivencia “y que la ciudad
siga generando riqueza y empleo cada vez de mejor calidad, con esta ordenación
de dichas actividades que permitan tanto la plena accesibilidad en el
municipio, como el bienestar de nuestros residentes”, subrayó el alcalde, quien
adelantó que también se abrirán espacios de diálogo activo con asociaciones
vecinales para completar el proceso con la ciudadanía portuense.
1 comentario:
Es bien cierto que algún límite hay que poner. Sirva de ejemplo la ocupación por parte de una Pizzería de buena parte de la plaza de La Peñita. No parece de recibo que se invierta dinero de todos en la mejora del espacio público para que luego se niegue ese espacio al ciudadano en beneficio de una empresa privada.
Saludos
Ricardo Soriano
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