La Asociación de Revistas de
Información (ARI) ha dado a conocer los resultados del estudio elaborado junto
a ‘The cocktail’ (una consultora nativa, digital y multinacional que trabaja
para revolucionar el negocio de sus clientes desde las áreas de tecnología,
data y diseño) en el que reivindica su poder de influencia en la sociedad y capacidad para estrechar el
vínculo entre marcas y lectores, en un contexto de saturación
informativa.
La ARI recopiló las respuestas de
más de mil cuatrocientos encuestados. La investigación concluye que las revistas son, además
del medio más asociado a los atributos de credibilidad e imparcialidad, la
principal puerta al descubrimiento de nuevos productos y servicios.
Así lo respalda un 88 % de los encuestados, frente al 77 % que acumulan las
redes sociales, el 70 % de la televisión y los diarios, respectivamente, y el
66 % de la radio.
La investigación también determina
que nueve de cada
diez lectores de revistas aprenden nuevos hábitos que comparten con su entorno;
que este medio despierta la atención de lectores procedentes de distintas
generaciones; y es el que mejor integra la convivencia entre sus contenidos y la
publicidad.
En un pasado relativamente cercano,
las revistas eran un producto editorial propenso a la especialización. A
Canarias llegaban en desiguales días de la semana. Algunas librerías, en los
años sesenta y setenta del pasado siglo, disponían de repartidores que las
llevaban a domicilio. Proliferaron los suscriptores, a algunos de los cuales se
les permitía abonar el importe de formas dispares. Las costumbres de compra y
lectura fueron evolucionando y los consumidores, en términos muy genéricos, se
encontraron con una oferta que les desbordaba. Hasta los periódicos llegaron a
editar su propia revista semanal para suplementar la oferta dominical o del fin
de semana. Desde la aparición digital, las revistas mermaron aunque la edición
en esa modalidad, para situarse a la altura de los tiempos, acaparó las
preferencias de muchos lectores y consumidores de la información.
Ahora, las revistas son un medio
relevante para consultar sobre la mayoría de temáticas. Sus mayores fortalezas
las presenta en contenidos sobre viajes y tiempo libre (42 %), estilo de vida y
decoración (40 %), moda y belleza (37 %) y salud, deporte y
alimentación saludable (37 %). Según el estudio que nos ocupa,
las revistas son la principal puerta al descubrimiento de nuevos productos y
servicios.
Algunos datos específicos son
reveladores. La ARI recuerda recuerda que 27,3 millones de personas leen revistas online, según
Comscore; 11,1
millones lo hacen en formato papel, según la 2ª ola del EGM del
último mes; y se venden más de 74 millones de revistas al año, según OJD 2022.
Fortalezas como estas acreditan la
buena salud de esta industria que contrasta, según el sector, con el nivel de apoyo público a
través de publicidad institucional. La directora general de la
asociación, Yolanda Ausín, recuerda que una de las razones que motivaron
impulsar esta investigación fue «el convencimiento de la influencia de las revistas«,
al tiempo que «numerosas campañas de publicidad institucional pasaban de largo y no
estaban invirtiendo ahí. No nos cuadraba«.
La directora general defiende que la
publicidad «no sólo se debería regir por criterios de volumen cuantitativo». “Hay marcas que tienen que
valorar el componente cualitativo”. Un terreno en el que, a
juicio de Ausín, las revistas proporcionan más garantías.
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