La más reciente entrega del barómetro La
Croix-Kantar Public la arrojado un dato significativo: un 57 por ciento de los
franceses cree que se debe desconfiar de los medios de comunicación sobre los
grandes temas de actualidad.
Las conclusiones fueron presentadas en el marco del festival Medios de comunicación en el Sena, y la cifra de descontento supone un aumento de tres puntos con respecto al barómetro de 2022, si bien la percepción varía en función del soporte (televisión, radio, Internet) y los contenidos.
De manera general, el escepticismo se centra en la falta de independencia percibida en los periodistas, y hasta un 59 por ciento de los encuestados considera que se pliegan “a las presiones de los partidos políticos y del poder”, mientras que 56 por ciento estima que no resisten «a las presiones del dinero».
La televisión sigue siendo el
canal de mayor audiencia, con 69 por ciento de los entrevistados, que la ven al
menos una vez al día, e Internet ocupa el segundo lugar, con 62 por ciento, 10
puntos más que en enero de 2023.
Según una nota de la agencia
‘Prensa Latina’, pese a que dos de cada tres personas (67 por ciento) buscan en
los informativos de televisión «conocer lo que ocurre en la actualidad», la
mitad de los encuestados (51) se sienten cansados o rechazan las noticias y la
actualidad pues tienen la impresión de que los medios de comunicación hablan
siempre de los mismos temas, generan sensación de ansiedad o impotencia o
desconfían de lo que dicen los medios.
Al tiempo, más de la mitad (55)
consideró que los medios de comunicación no habían informado lo suficiente
sobre las dificultades a las que se enfrentan los servicios públicos, así como
sobre el debate del proyecto de ley sobre la eutanasia (53).
Este estudio demoscópico también
trata el problema de la desinformación en el país francés. Con respecto a las
noticias falsas o informaciones que distorsionan la realidad, casi la mitad de
los entrevistados (49) afirmaron enfrentarse a ello varias veces por semana en
las redes sociales, seguidos por los que se encontraron con ellas en la
televisión (36 %) o en la radio (24 %).
Por último, hasta un 53 por
ciento de los participantes en el sondeo demandó una mayor regulación y control
de las redes sociales, mostrando gran divergencia en función de las edades,
pues solo el 26 por ciento de los jóvenes de 18 a 24 años la apoya, frente al
72 por ciento de los mayores de 65 años.
Por lo que se aprecia, la
desconfianza de los consumidores de información en Francia va en aumento. Un
problema que complica la salud política de aquellos países que, con régimen
plural y democrático, conocen de la importancia que tienen los medios de comunicación.
Francia tampoco escapa.
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