CIERRE DE UN HOTEL SIN EXPLICACIONES

Cierra el hotel Dania, en el Puerto de la Cruz, ubicado en una de las vías céntricas de la ciudad, frente a otro clásico de la hostelería local, el Magec. Aparentemente, cierre patronal. Cincuenta y cuatro trabajadores, sin empleo. Y sin explicaciones. Y sin esperanzas. Sucede en pleno siglo XXI. Y en época de bonanza turística.

Todavía hay quien se queja de que el Gobierno pueda elevar a 900 euros el Salario Mínimo Interprofesional. Pero no dice nada de estas cosas, de estas injusticias. Todavía hay quien cuestiona el papel de los sindicatos. Pero no dice nada de la pasividad y de la resignación con que afrontan trances como este.

Mucho se habla de que, ante todo, las personas. O las personas, lo más importante. Pues ahí las tienen: sin empleo, sin explicaciones y sin esperanzas. ¿Lo primero las personas? Por favor.

Y atentos a la suerte del inmueble. ¿Qué va a pasar? Inevitables preguntas: ¿Otra compañía para su explotación? ¿Cambio de actividad? ¿Residencial turístico? ¿Cabe en el planeamiento? Respetuosos con la iniciativa privada y con las decisiones de la propiedad, siempre y cuando se ajusten a la legalidad, pero esto de dejar a los empleados en la calle y sin explicaciones, no es buena señal. Inevitable sospecha también: nos da que algo se esconde bajo la operación.

Así no se hace turismo de calidad, así no se genera empleo, así no se mejora ni cualifica la oferta.

Ya está bien. No es el primer caso.

Para los grandes damnificados, para quienes se han quedado sin trabajo, para sus familias: ¡Ánimo! Y a luchar, hasta donde se pueda. Poniendo en evidencia a quien sea.

Que ya está bien.