La organización que agrupa a las empresas hoteleras y extrahoteleras de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel) tocó a rebato “para impulsar la defensa de la actividad turística en las islas y la mejora continua en el sector”; y a pocas fechas de la convocatoria de una manifestación convocada para discrepar del modelo de desarrollo de las islas basado en turismo de masas y que genera un impacto negativo en los residentes, reunió ayer a empresarios, profesionales y representantes de otros sectores productivos (transporte, agricultura, ganadería, sanidad y ocio) para hacer ver la relevancia que el turismo tiene no solo como motor económico, sino también social para el conjunto de la sociedad canaria.
El presidente de la patronal, Jorge Marichal, y miembros de su comité ejecutivo estuvieron presentes en una sesión en la que se resaltó el papel relevante del turismo en la economía canaria, que genera el 25 % de la actividad empresarial en el territorio, más del 35 % de la riqueza (PIB) en las islas y el 40 % del empleo directo. Adicionalmente, se pusieron sobre la mesa los desafíos en términos de sostenibilidad en su triple dimensión: social, económica y medioambiental. El primer paso para avanzar en la búsqueda de soluciones consiste en crear mesas de trabajo para impulsar iniciativas prácticas alrede3dor de los objetivos perseguidos de defensa y mejora del sector.
“Parte de la sociedad nos pide soluciones a algunas disfunciones que genera el sector, pero muchas de las demandas de quienes están saliendo a la calle no dependen del turismo, sino de quienes nos gestionan”, comentó el presidente de Ashotel, quien se preguntó “¿quién no está de acuerdo con que tengamos cero residuos al mar, por ejemplo?”, en alusión a una de las peticiones sociales. Asimismo, apostó por “recuperar la licencia social para operar” en un sector muy regulado que cumple normativa muy estricta.
Asimismo, los asistentes y representantes empresariales coincidieron en la falta de planificación que Canarias ha padecido en las últimas décadas, lo que ha llevado a problemas de movilidad, infraestructuras públicas o falta de vivienda, entre otras consecuencias, y resaltaron la importancia de contar con apoyos institucionales y un marco normativo adecuado que permita implementar soluciones de manera efectiva.
Está bien, es positivo que la patronal defienda el sector e insista en la sensibilización para seguir haciendo ver la importancia del turismo en nuestro desenvolvimiento cotidiano y en nuestros avances socieconómicos. Está bien, es positivo que se hagan apelaciones a la cooperación y al respeto interinstitucional. Pero tampoco se gana mucho centrando los tiros de la crítica en el papel de las administraciones, entre otras razones porque la iniciativa privada ha contado, en muchísimos casos, con un vacío en normativas de planeamiento, con limitaciones de recursos personales, técnicos y materiales, con apoyo mediático y con cierto índice de permisividad y tolerancia que ha propiciado la cristalización de promociones en las que no ha importado mucho, por decir algo, el cumplimiento y las exigencias de los planes de infraestructuras. Por no hablar de las aperturas sin licencia.
De manera que hay que saludar el trabajo conjunto que se pide “para la toma de decisiones, el impulso y la mejora continua del sector turístico, por su relevancia para la economía y la sociedad canaria.” Una de las conclusiones más importantes del encuentro –según fuentes de Ashotel- fue la necesidad de establecer sinergias entre los distintos actores para avanzar en estos objetivos comunes de tal forma que “visibilizar la auténtica relevancia del sector es uno de los elementos clave”.
Está bien, es positivo: pero no olviden que la llama del descontento está encendida y hay que frenarla con hechos y pruebas. Es que la gente está cada vez más escéptica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario