Bertold Brecht dejó para los restos la
célebre frase: “Pero hay hombres que luchan toda una vida: esos son los
imprescindibles”. La repescamos para honrar la memoria de Mercedes Schwartz
Esquivel, recientemente fallecida, funcionaria del Ayuntamiento de Santa Cruz
de Tenerife.
Su tenacidad fue indestructible. Castigada
desde niña por acontecimientos adversos, supo superarlos y aplicarse en cada
uno de los cometidos familiares y profesionales que hubo de encarar.
Nacida en la capital tinerfeña, hija de Jose
Carlos Schwartz y Jorgina Esquivel. Su padre fue el último alcalde republicano
de Santa Cruz. Con ocho años, vio cómo los agentes golpistas le arrancaban de
su casa. Fue un hecho que marcaría su vida, de ahí que se propusiera encontrar
los restos de su padre. Nada la arredró en ese sentido. Era la última hija viva
del alcalde Schwartz.
Fue militante de UGT y miembro del comité
de empresa. En circunstancias difíciles, cuando todavía las libertades eran
cuestionadas, luchó con denuedo por los derechos de los trabajadores, sobre
todo, en el ámbito de la administración local. A partir de 1977, decidió
militar en el PSOE. Fue presidenta de la Agrupación Local de Santa Cruz de
Tenerife, cuando Néstor Padrón Santana, otro veterano comprometido a fondo,
ocupó la secretaría general.
Andaba el socialismo insular en los
albores del feminismo y la igualdad, cuando Mercedes ya daba ejemplo de
participación y de defensa de esos valores en comités y congresos de la
organización. Sin alharacas pero con una constancia admirable.
Una anécdota, contada por ella misma.
Cuando desde el ayuntamiento santacrucero le adelantaron que había intención de
rotular una calle a nombre de su padre y que eligiera ella misma entre
Residencial Anaga u otro distrito, respondió que prefería el barrio de La Salud
“pues allí hay muchos trabajadores y mi padre siempre les defendió”.
El sindicato y el Partido Socialista, en
un progresivo proceso de deshumanización, se olvidaron de Mercedes Schwartz
Esquivel, que durante mucho tiempo fue imprescindible. Porque había encarnado
los afanes, los ideales, la causa, la entrega y el compromiso. Porque no quiso
saber nada de rendición. Pero la
política de ahora es así de cruelmente olvidadiza. Aunque se haya luchado toda
la vida.
1 comentario:
Gracias Salvador, cuando falleció mi madre, sentí un vacío absoluto por parte de los/as militantes del PSOE. Yo no pretendía honores para mi madre pero si que por lo menos que la acompañaran en ese momento de su fallecimiento. Pero este nuevo Partido ha perdido la sensibilidad y la memoria, claro que poco conocen los actuales militantes lo que ha sido la historia de este Partido en los momentos difíciles, y especialmente a esas personas que siempre estuvieron comprometidas con la libertad y la democracia durante el franquismo y en los primeros y difíciles años de la democracia.
Tu artículo me llena de esperanza al ver que personas como tú siguen ahí para no dejar que la desmemoria se apodere de esta sociedad y este Partido. Otra vez gracias en nombre de mi familia. Otra vez gracias y ahora si que me llena de orgullo poder dirigirme a ti con un salud compañero.
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