Habrá
que poner atención a la recuperación de los destinos turísticos
del área mediterránea durante el presente año pues, de producirse,
se plantea como uno de los factores que condicionará el
mantenimiento de la afluencia de visitantes a Canarias. El Cabildo de
Tenerife, en un informe en el que se alude a los retos para 2018,
admite que se va a producir una reducción de los flujos de los
principales mercados emisores.
Eso
significa que la isla deberá consolidar los productos creados y
cualificar la oferta, así como continuar con actuaciones de
equipamiento para desarrollar nuevas opciones. Entre tales
actuaciones ha de figurar, desde luego, la mejora de la
infraestructura viaria terrestre (las molestias ocasionadas a los
turistas, especialmente en las salidas, son cada vez más elevadas) y
las medidas que se adopten para superar las consecuencias del cierre
nocturno del aeropuerto 'Reina Sofía-Tenerife Sur' durante casi tres
meses. Según se ha informado, la compañía Ryanair ya
ha suspendido algunas líneas y vuelos. En el informe cabildicio, en
efecto, se plantea como una contribución “a mejorar la movilidad
en la isla”.
Hay
otros objetivos de los que debemos ocuparnos, como la construcción
de un nuevo terminal para el citado aeropuerto. Hasta ahora mismo -y
el cierre nocturna temporal lo corrobora- se ha venido hablando de la
segunda pista como actuación prioritaria. Se supone que la actuación
se podrá compatibilizar, siquiera por fases. Es evidente que se
trata de una inversión millonaria y que obligará a un esfuerzo
considerable de las administraciones competentes. El propio Cabildo
reconoce que “se trata de una infraestructura vital para la isla”.
Como
vital es “maximizar los beneficios del turismo en términos de
rentabilidad y empleo” pues la opinión pública está muy sensible
al no entender bien que los crecimientos no se correspondan con más
empleo, aumento retributivo y mejores condiciones laborales. Este
asunto hay que ligarlo a una asignatura que sigue estando pendiente:
la formación adecuada a las necesidades del sector. Este hecho no
puede prolongarse como freno. Algunos empresarios se quejan de
carencia de mano de obra cualificada, razón que obliga a
sensibilizar y a esmerarse, sobre todo en todo lo que se pueda
flexibilizar para acceder al mercado de trabajo.
Más
retos que el Cabildo y Turismo de Tenerife se plantean como tales: la
renovación alojativa y las inversiones para la mejora de los
espacios públicos. Ambas determinaciones son fundamentales para
lograr un producto competitivo que atraiga a más inversores y a más
turistas. No olvidemos el desarrollo tecnológico del sector.
En
fin, que hay mucho que hacer. Está bien eso de no dormirse en los
laureles. Es de nítida aplicación, turísticamente hablando.
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