lunes, 28 de mayo de 2018

AHORRAR PARA EL FUTURO... Y PARA VIAJAR

Pues eso, que nos gusta vivir bien, que pensamos en el futuro. Primero, la protección financiera y luego un viaje, a disfrutar y tal y tal. La quinta entrega del Estudio de Comparación On line hacia el Ahorro Inteligente, llevado a cabo por el sitio web que ofrece datos comparativos, Rastreator.com, lo deja bastante claro: hay que prevenir, los efectos de la crisis fueron en algunos casos muy duros -curiosamente, en las clases pudiente, un poco menos- y ahora se concede prioridad a previsiones de lo que está por venir. El estudio indica que es la principal motivación del ahorro.
Los viajes, disfrutar en distintos destinos, es la segunda de las opciones para medir los hábitos de los españoles. Ha descendido un 6 %. El 60,4 % de los encuestados realiza más de un viaje de ocio al año y seis de cada diez planifican con antelación y en detalles sus salidas con el fin, sobre todo, de evitar imprevistos en sus tiempo vacacional. Se prevé para este año una media de novecientos treinta y siete euros como cantidad ahorrada reservada para viajar.
La investigación de Rastreator.com analiza las tendencias tanto de consumo como de hábitos de ahorro de los españoles en los sectores de seguros, finanzas, telefonía, internet, viajes, coches y energía. Según se detalla, más de un 89 % de las personas consultadas toman previsiones para ahorrar y disfrutar de vacaciones. ¿Cómo lo hacen? Pues eligen varias formas: reservan con antelación (hasta de meses), escogen paquetes y ofertas -sobre todo los teóricamente más ventajosos: vuelo más hotel, por ejemplo- visitan cada vez más los comparadores on line para hacer reservas y tanto de vuelo como de alojamiento y recurren a casas de familiares y amigos para reducir sus gastos.
El apartado del informe dedicado a examinar cuáles son las medidas de ahorro más populares de los viajeros es ilustrativo de las tendencias anticipadas. Según Fernando Summers, consejero-delegado del citado sitio web, el precio se mantiene como factor predominante a la hora de contratar los elementos del viaje. El caso de alojamiento lo tiene en cuenta casi el 85 % de las personas consultadas. Otros factores a tener en cuenta serían la ubicación, la flexibilidad para negociar las condiciones de contratación y la anulación gratuita de las plazas reservadas en caso de no poder efectuar el desplazamiento. Hay un último criterio: flexibilidad para fijar los horarios de entrada y salida del hotel o de la vivienda alquilada.
Conviene también señalar lo que incide a la hora de elegir un vuelo: el 84,3 % de los españoles analiza con detenimiento las tarifas antes de adquirir un billete. Eso significa que cada vez son más quienes seleccionan con criterios economicistas. Luego, valoran la comodidad del vuelo, o lo que es igual, que sea directo y sin escalas alargadas o inciertas. Igualmente, hay un número de respuestas centrado en evitar límites de restricciones en el equipaje, en cancelaciones sin penalizaciones y en incluir en el precio del billete extras tales como prensa, comidas y bebidas a bordo.
Esto prueba otros resultados llamativos del informe. Por ejemplo, la reputación tanto de compañías aéreas como de establecimientos hoteleros, que es tenida en cuenta, antes de formalizar sus reservas, por un 36,1 % y un 34,3% de los encuestados, respectivamente.
Finalmente, el estudio indica que más del 30 % de los españoles pide consejo o información a sus amigos para escoger alojamiento. El 28,4 % hace uso de ese consejo como criterio que termina incidiendo en la selección del destino.


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