Dos
noticias para evidenciar los contrastes de estos tiempos nuestros tan
convulsos, tan vertiginosos, tan avanzados tecnológicamente y tan
contradictorios.
Mientras,
por un lado, la Comisión Europea (CE) anticipa que entregará a los
municipios de países comunitarios mil bonos de quince mil euros para
que los ayuntamientos instalen en plazas, bibliotecas, museos y otras
instalaciones puntos de conexión gratuitos a Internet sin cables,
una vez cumplidos ciertos requisitos para operar a cierta velocidad;
por otro, se ha sabido que los roedores están acabando en
Guadalajara capital con los cables de fibra óptica, hecho que ha
provocado la frecuente interrupción del suministro.
Estas
son las cosas de la modernidad: desde las facilidades para el uso
gratuito de la red en emplazamientos públicos y frecuentados (Wifi
para Europa, es el título de la iniciativa), al quebranto
que supone la acción de las ratas que no se detiene ante el cableado
que transporta la fibra, se lo come y altera hasta imposibilitar la
prestación de su función técnica.
Más
que hablar de desequilibrios o de brechas, nos encontramos ante
hechos que producen, cuando menos, un cierto asombro y que invitan a
la broma.
“¡Malditos
roedores!”, ¿se acuerdan de aquella expresión en una serie de
dibujos animados? La estarán repitiendo los damnificados de
Guadalajara. Tendrán los responsables municipales que iniciar todo
un plan para acabar con la presencia de aquéllos, antes de volver a
instalar los cables de fibra óptica. O sea, como siempre, los
ciudadanos perjudicados pues, además de quedarse sin acceso -¡en
los tiempos que corren!- tendrán que financiar un presupuesto
extraordinario para la reposición del sistema.
Y
en cuanto a la gratuidad, pues ya ven: en el intento de igualarse a
otros países de la Unión Europea (UE), es cuestión de adaptarse a
velocidades y superar las diferencias que probablemente surjan cuando
se interprete que eso merma o restringe el negocio de las operadoras.
Parece que unos dos mil doscientos sesenta municipios españoles ya
se han registrado en el portal que acoge esta iniciativa para
disponer de un servicio que hará felices, seguro, a muchos usuarios.
Los datos no engañan: de los cien mil municipios comunitarios, unos
dieciséis mil trescientos sesenta se han interesado por las ayudas y
se calcula que serán aproximadamente unos mil los que conseguirán
el bono en la primera convocatoria. El presupuesto total es de unos
ciento veinte millones de euros.
Mientras
Europa circula a esa velocidad, en alguna capital de provincia
española seguramente estarán buscando financiación para erradicar
plagas de roedores y asegurar el suministro de la fibra óptica con
tal de garantizar el acceso a la red.
Lo
dicho: contrastes de los tiempos modernos. ¡Qué cosas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario