La
Oficina Europea de Estadística, Eurostat, asegura que a cada
ciudadano de la Unión le correspondieron en 2017, ochenta y un
litros de cerveza. Personalmente, nos parecen muchos. Es más,
albergamos la certeza de que, por muchas que hayan sido las cañas o
los botellines, no llegaron a esa cantidad. Pero respetemos los
métodos de cálculo y a los profesionales de la Oficina para haber
llegado a esa conclusión que pone de relieve una evidente
preferencia de consumo: la Unión Europea (UE) produjo más de
cuarenta y un mil millones de litros de cerveza, un aumento de dos
mil quinientos millones de litros respecto a 2016.
El
pasado viernes se conmemoró el Día Mundial. La cosa arrancó en
2008 en un pequeño bar de la ciudad de Santa Cruz (California, USA)
y desde entonces, el primer viernes de agosto de cada año queda
reservado para que los amantes de esta bebida milenaria y refrescante
lo celebren a sus anchas. Hay otras fechas similares en otros países
pero desde ese año ya se celebra en seis continentes, cincuenta
países y doscientas siete ciudades. Pasión de cerveceros.
Según
Eurostat, Alemania es el mayor país productor a escala europea: uno
de cada cinco litros de esta bebida producidos en la UE son
elaborados en sus fábricas. En total, ocho mil cien millones de
litros. Detrás de Alemania, Reino Unidos, Polonia, Holanda y España,
que aparece en quinto lugar, con tres mil seiscientos millones de
litros producidos. Hay que consignar el añadido de los novecientos
millones de litros con un contenido en alcohol inferior a 0,5 grados.
El
caso es que, haga frío o calor, se consume cerveza por doquier.
Dentro de nada los cosecheros y productores de vino también verán
procesadas sus aportaciones y entonces estableceremos comparaciones.
Ahora, la cerveza exhibe sus preferencias no solo en los países
productores (pese a que algunos, como Grecia y Eslovaquia, han
mermado su capacidad) sino también en aquellos que importan tan
preciado líquido. Por otro lado, los tres países cerveceros por
excelencia, Alemania, Holanda y Bélgica, ocupan las tres primeras
posiciones de los productores exportadores fuera de las fronteras
europeas. Holanda llegó a exportar en 2017 mil novecientos millones
de litros. Pero los belgas tienen el mayor número de marcas del
mundo.
Siempre
según Eurostat, casi
una de cada tres cervezas con alcohol que exportó
la
UE
en ese año se dirigieron a Estados
Unidos
(1.100 millones de litros, seguido de China (520 millones) Canadá
(210 millones), Corea del Sur (175 millones) y Rusia (138 millones).
En
cuanto a la cerveza
no europea
que entró en los Estados miembros, más
de la mitad
fue
mejicana
(211 millones de litros, un 52 % del total importado por la UE), por
delante de la cerveza de Serbia (48 millones de litros), de Estados
Unidos (39 millones), Bielorrusia (23 millones) y China (16
millones).
En
fin, que estadísticamente hablando, por ahora no hay duda: cerveza
para paladear, refrescarse, acompañar y divertirse. Aumentará el
consumo, seguro.
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