Ahora que la nueva estación de guaguas va cobrando forma,
confiemos en que sea estimada la razonable petición de que los vehículos que
allí operen accedan y salgan por la avenida Melchor Luz, aun cuando puedan
también incorporarse desde la calle El Pozo. Claro que ello comportaría algunas
modificaciones en el proyecto, con habilitación adecuada de los denominados
ángulos de giro, de modo que las guaguas puedan maniobrar de la forma más
cómoda, incluso, si fuera factible esta opción,
puede que con alguna reducción de parterres o espacios ajardinados que
dividen el ancho de la citada avenida.
Cualquiera de las soluciones facilitaría la consecución de
algunos objetivos, como serían aliviar la circulación (autobuses incluidos) por
la avenida Hermanos Fernández Perdigón, una de las más recargadas en el esquema
viario del Puerto de la Cruz y actual emplazamiento de las paradas; ahorrar
combustible, teniendo en cuenta la longitud de la vía y las características de
la misma, en la que es necesario superar una pendiente a la altura del Paseo
Las Damas; reducir la emisión de gases en zonas habitadas y de implantación
hotelera; y, por último, descargar las molestias que, en ese sentido y en el de
los ruidos durante la mayor parte de la jornada, incluida la franja nocturna,
se viene causando desde hace años a los bloques de viviendas de El Tejar y Cruz
del Pino.
Damos por hecho que las consultas habrán sido contrastadas
convenientemente desde el punto de vista técnico y, sobre todo, por parte de
quienes son los responsables y cuidadores de la reordenación del tráfico rodado
en el municipio. De lo que se trata es prever de forma adecuada las soluciones
más factibles y operativas.
Sin olvidarnos, claro, de la alternativa que se plantee para
el espacio que ocupa la antigua estación cuyo suelo -dando por hecho el
derribo- habrá de acoger un dotacional concebido para propiciar la máxima
utilidad a los intereses generales. A ver cómo cuajan las ideas que al respecto
se tengan. Dadas la ubicación y las dimensiones, parece obligado pensar en
aparcamientos, tanto de guaguas como de coches. Igual es procedente hacer una
consulta popular sobre otros usos.
Y ya que hablamos de movilidad y transporte, estemos atentos
a una posible reestructuración de las líneas urbanas de TITSA. Dicen que, entre
otras previsiones, figura la de suprimir la directa 103 que, sin paradas, une
el Puerto con la capital. Sería reemplazada por la 102, con otra frecuencia
distinta a la actual, y quizás modificando el itinerario pues no olvidemos que
es en la que se llega al aeropuerto Norte-Los Rodeos y la que también hace
parada en La Laguna.
Se supone que mandan los criterios de rentabilidad pero lo
importante es que las prestaciones del transporte público, con una autopista
colapsada a muchas horas, sean lo más efectivas y cómodas posible.
1 comentario:
Mal vamos si se piensa sólo en la rentabilidad directa del servicio de guaguas y no se mira la rentabilidad que supone un menor uso del coche privado en las carreteras de la isla. No se debería tratar de suprimir la 103 ni la 102 sino de buscar una conexión directa entre Los Rodeos y el Puerto a la manera de como lo hacen en numerosos destinos nacionales o internacionales (véase la guagua amarilla de Barajas a Atocha en Madrid o cualquier otra en otros destinos: una guagua de conexión directa, como mucho una parada a la altura de Santa Úrsula y otra en el Botánico, y un número adecuado de frecuencias a lo largo del día.
Más guaguas, más frecuencias, lo que supone más puestos de trabajo y lo demás son pajaritos preñados de quien sólo busca una rentabilidad cortoplacista y sin altura de miras.
Un saludo
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