Reyes
Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones: “El
turismo español debe afianzar su posición a la vanguardia de la
inteligencia turística que, al fin y al cabo, es sinónimo de mayor
accesibilidad y sostenibilidad”.
Lo
dijo en Benidorm (Alicante), sede del Digital
Tourist 2019, la
cita durante la que se debatió, ni más ni menos, cuál es el
escenario y cuáles son los retos y las oportunidades que se
barruntan a medida que avanza el desarrollo de los destinos
turísticos inteligentes, los cuales habrán de responder a las
necesidades “de un turista conectado veinticuatro horas”, esto
es, pendiente permanentemente de tener que atender demandas o
resolver contingencias en cualquier momento.
Es decir, la
digitalización se impone -alcaldes, consejeros y responsables de
competencias turísticas deben ser conscientes de ello- y ha de
traducirse en una mayor productividad y competitividad. Lo saben bien
en la ciudad alicantina, considerada un ejemplo de cómo plantear y
desarrollar el proceso de transformación de una ciudad en un destino
turístico inteligente. Benidorm fue la primera, en efecto, en
acceder a la certificación de Destino Turístico Inteligente (DTI).
Su alcalde, Toni Pérez, lo tiene claro: “Es apostar por competir e
ir un paso por delante gracias a las novedades tecnológicas, que
permiten anticipar las necesidades de turistas y residentes para
mejorar su calidad de vida y su experiencia turística”.
La aspiración,
entonces, es hacer de España el primer destino turístico digital
del mundo. No solo las administraciones deben estar preparadas: el
desafío es para el sector privado que ha de hacer de la gestión
basada en la inteligencia de datos un factor de gestión cotidiano
orientado no solo a una mayor eficiencia en el rendimiento de
empresas y establecimientos sino también a una personalización de
la experiencia de cada turista.
Pero tal aspiración
solo se verá satisfecha si la innovación o la digitalización llega
a todo el territorio. En ese sentido, se trata de extender las
opciones no solo en los destinos turísticos consolidados sino
también en aquellas ciudades o municipios que, aún siendo pequeños
o de recursos más limitados, están haciendo un esfuerzo por abrirse
al turismo, cualificar su oferta o ampliar su abanico de
posibilidades de desarrollo. La Federación Española de Municipios y
Provincias (FEMP) ya ha manifestado su voluntad de poner en marcha
una Red de Destinos Turísticos Inteligentes: cree que ha llegado la
hora de profundizar en la innovación para impulsar proyectos propios
relacionados con la materia, como son su Central de Contratación o
la Compra Pública de Innovación.
Se trata, en fin, de
avanzar y de unificar esfuerzos para que España siga siendo una
potencia turística, capaz de mejorar sus índices competitivos y de
convertirse en un destino global con una oferta variadísima en todos
los órdenes y confiable desde su condición de inteligente,
sostenible y accesible en el que convivan nativos y visitantes a la
altura de las exigencias de la sociedad de nuestros días.
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