...Y Maduro tomó posesión. Secuestraron a María Corina Machado y la liberaron... para que la fiesta no se viese más alterada... y Maduro tomó posesión, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Los exabruptos, mofas y baladronadas del discurso madurista son pura anécdota, en medio de las prisas y la solemnidad. Las actas con los resultados electorales aún duermen el sueño de los justos. Edmundo González no apareció. Ahora de poco sirve lamentarse haber anunciado su regreso al país. El régimen, por si acaso, cerró un paso fronterizo con Colombia, y no dejaron entrar, entre otros, a la corresponsal de RTVE. Es el mismo régimen que se sabe cada vez más aislado pero da igual -solo apoyaron Cuba y Nicaragua, mientras los yankies interpretaron 'farsa'-, como le importan un higo la fractura social y la diáspora. Mientras haya petróleo que vender. Venezuela, Venezuela... despedirme no quisiera, pero no se encuentra manera.
¿Y qué decir de la justicia americana con su resolución sobre Donald Trump, presidente electo? Otra vergüenza que brota en medio de una nueva figura: condenado (por el caso Daniels) pero exonerado de toda pena. Báilame ese trompo en la uña, que dirían en Caracas. La cantinela que se avecina pasa por el asalto al Capitolio pero la democracia tendrá que tragarse ese sapo monumental y entonces en la digestión habrá que preguntarse qué más queda o si merece la pena seguir luchando.
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