La noticia llama la atención, claro que sí: los plataneros
canarios destruyeron días pasados, por decisión de ASPROCAN, la organización
agrícola que los agrupa, y con la autorización de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, un millón de kilos de
fruta.
La cosa tiene su explicación: el exceso de calor en los
pasados meses de septiembre y octubre y el ya cercano puente de la primera
semana de diciembre han aconsejado llevar a cabo una pica, término con el que se conoce la retirada de la futa del
mercado y, por consiguiente, su destrucción. Según los datos que se han
conocido, la cantidad alcanza un 10 % de la producción, es decir, alrededor de
un millón de kilos de la marca de corte semanal (en total, unos diez millones),
no serán comercializados.
Y es que se produce una doble circunstancia: el exceso de
oferta y la voluntad de evitar la caída de precios en la península. Hay
antecedentes: en noviembre de 2010 ya se registró una inutilización de parte de
la producción. La paradoja es que ese período es considerado como el de mejor
cotización de los precios en el continente.
Según parece, muchos agricultores se han visto algo
sorprendidos por la medida, precisamente porque nos encontramos en los meses
del año de mejor comportamiento comercial. Claro que también se reconoce que al
haberse adelantado el proceso de maduración de la fruta que debe ser cortada,
ello influye en el aumento de la cantidad reducida, parte de la cual es objeto
de la citada pica. Lo normal es que,
en esta época del año, la marca esté en torno a los siete millones de kilos por
semana: si ahora se han alcanzado los diez, el exceso es evidente. Fuentes del
sector platanero han señalado que, de mantenerse ese nivel de recolección, lo
consecuente sería mantener esa pica.
Parte de la fruta que se va a destruir y no se comercializa
es destinada al Banco de Alimentos para atender necesidades asistenciales y
alimenticias.
Muchos consumidores se han visto sorprendidos por esta
noticia, hasta el punto de que una encuesta llevada a cabo por el diario
digital canariasahora.com, en la que
se preguntaba si “cree necesaria la ‘pica’ de plátanos para reducir el exceso
de oferta y evitar la caída de precios”, un 58 % respondió negativamente frente
al 39 % que dijo ‘sí’, mientras un 2 % no supo o no contestó.
Comoquiera que sea, y entendiendo medidas supuestamente
proteccionistas y competitivas de la fruta, la destrucción de un millón de
kilos de plátanos, cuando tanta gente necesitada hay, es delicada. Y aunque se
haya explicado bien, con razones convincentes, cuesta aceptarlo.
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