Caminantes
habituales en el sector Martiánez, del Puerto de la Cruz, transmiten
quejas sobre el estado de la playa del mismo nombre. Piedras y más
piedras, hasta hacerla prácticamente inaccesible y peligrosa. Por
añadir, una señalética deprimente, reflejo de la ya proverbial
falta de mantenimiento en el Puerto. Una lástima.
Una
cierta maldición parece pesar sobre la playa que, entre otros,
cantara Sebastián Padrón Acosta. Su invitación a jugar,
lamentablemente, ahora mismo, no puede ser atendida. En más de una
oportunidad, se ha hablado de un proyecto de remozamiento que, por
otro lado, es difícilmente viable mientras no sean modificadas las
condiciones de defensa. Habría que verificarlo pero, en efecto, es
probable que hasta hayan sido desaprovechadas las consignaciones
presupuestarias que, en distintos ejercicios, fueron habilitadas de
forma específica. Cuentan que en más de una ocasión las piedras
que el mar revuelve y devuelve a la orilla fueron enterradas y luego
sepultadas bajo la arena. Cuando el mar sube, claro, las piedras
reaparecen.
En
fin, el caso es que ya está aquí el verano y no se barrunta que, ni
siquiera con las bondades marítimas de la estación, el municipio
cuente con otra zona natural de baño atractiva y en condiciones.
Salvo para los practicantes de surf, claro, que también tienen
derecho y en los que, por lo visto, se ha pensado con una zona
específica para cuando se ejecute -¡quién sabe cuándo!- un gran
proyecto que abarque todo ese ámbito que, en tiempos, englobaba el
Charco de la Coronela, el de la Soga, la playa el Potaje y la
Barranquera. La construcción del singular complejo turístico Costa
de Martiánez y el reacondicionamiento del sector marítimo-terrestre
redujeron el espacio y modificaron la fisonomía de la zona.
Año
tras año, se habla no de ese gran proyecto sino del remozamiento
aludido. Y año tras año se alimenta la frustración. Todo sigue,
más o menos, igual. Se entiende la queja de los caminantes. Se
entiende el descontento de turistas que prefieren playa a piscinas.
Ya casi lo de menos es que alguien haga declaraciones o anuncios: la
credibilidad ha mermado tanto que una alusión a Martiánez es abono
de frustración e incumplimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario